Cientos de personas han ocupado esta tarde del sábado el vacío dejado por los grupos ultracatólicos frente a la clínica Askabide de la calle Easo de Donostia, donde este grupos ultraconservadores habían convocado una marcha para protestar en contra del aborto. Esta convocatoria apenas ha congregado a una decena de personas y ha sido prohibida por la Ertzaintza.

Las muestras de oposición al aborto e han limitado a la exhibición de una camiseta con el lema 'Rezar no es delito' por parte del presidente de la plataforma, José Castro Velarde, que también portaba una cruz de madera con la consigna 'Viva Cristo Rey'.

Mientras tanto, las personas que iban a sumarse a la marcha de protesta hasta Askabide, apenas un par de familias, no más de diez personas, se han quedado en un segundo plano mientras el propio Velarde hablaba con la Ertzaintza. La Policía vasca ha comunicado a Velarde la Direccion de la propia Ertzaintza haa prohibio la marcha hasta la clínica, lo que ha hecho desistir a los pocos seguidores congregados de 'Rezar no es delito'.

El vacío que estos manifestantes ultracatólicos han dejado lo han ocupado los cientos de personas que se habían reunido en zonas aledañas para defender el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo y para hacer frente a los grupos ultracatólicos. Lo han hecho entre aplausos, concentrados frente a la clínica Askabide, y al grito de 'Gora Borroka feminista' (Arriba la lucha feminista). Los trabajadores de la clínica han salido a agradecer el apoyo a estas personas.

De este modo, lo que estaba llamado a ser una protesta contra el aborto frente a la clínica Askabide de la calle Easo de Donostia, se ha convertido en una muestra de apoyo hacia este centro y hacia los derechos de las mujeres que acuden a la misma.

La presión social ha podido más. Cientos de personas estaban "atentas", preparadas para contrarrestar el discurso de los colectivos ultracatólicos que tenían previsto concentrarse este sábado a las 19.30 horas frente a la clínica Askabide.

Uno de los pocos asistentes a la manifestación ultracatólica ha sido Juan de Dios Dávila, líder de Vox en Gipuzkoa. Es hermano de un hermano militar asesinado en 1993 por ETA.

En las últimas fechas se habían producido situaciones tensas y enfrentamientos entre ultracatólicos que se concentraban frente a la clínica y colectivos feministas y personas que defienden el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo y que denuncian las presiones hacia ellas.

Las propias Juntas Generales de Gipuzkoa han defendido esta misma semana, con el rechazo del PP, que se "penalice el acoso a las mujeres que acuden a clínicas para la interrupción voluntaria del embarazo". A diferencia de Donostia, donde apenas han tenido apoyo, estos colectivos ultracatólicos han llevado a cabo hoy en otros puntos del Estado concentraciones en contra del aborto.