- Maite Ortiz y José María Erauskin, los abogados guipuzcoanos que iniciaron la batalla judicial contra el IRPH hace ya nueve años, llevando a la banca a los tribunales europeos, anunciaron ayer que la última sentencia del Tribunal Supremo, que da por buena la cláusula, no les hará desistir de su empeño.

En un vídeo difundido mediante sus redes sociales, Erauskin hace un análisis muy crítico de la sentencia del Supremo, conocida la semana pasada. Sitúa el fallo en el contexto de una larga trayectoria de sentencias de un tribunal “obsesionado con salvar a la banca”. Los letrados guipuzcoanos insisten en que los consumidores no fueron debidamente informados y con suficiente transparencia sobre el índice IRPH, al que más de 100.000 familias vascas tienen vinculado su crédito hipotecario.

A pesar de que la jurisprudencia europea establece que es obligación del profesional facilitar información suficiente para que el consumidor comprenda el funcionamiento de la cláusula y sus consecuencias económicas, “el Supremo desplaza esta responsabilidad al consumidor”, que lo debe mirar en el BOE.

El letrado compara el pronunciamiento del Supremo con la reciente sentencia del juzgado número 38 de Barcelona, que fue el que remitió las cuestiones prejudiciales al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y que, a la luz de las respuestas recibidas desde Luxemburgo, dejó sin efecto la cláusula IRPH.

En opinión de Erauskin, el juzgado de Barcelona sigue paso a paso la jurisprudencia del TJUE, mientras que la sentencia del Supremo es una “chapuza jurídica”, una “sucesión de ocurrencias” en la que podrían atisbarse incluso “trazas de prevaricación”.

El tribunal europeo consideró que el folleto informativo no es imprescindible siempre que el profesional acredite haber facilitado información suficiente -“no es el caso”- y siempre que no sea requerido por la normativa nacional -“es el caso, aunque el Supremo ni lo mira”-, en palabras de estos abogados, pioneros en librar la batalla para la desaparición del IRPH junto con la plataforma IRPH Stop Gipuzkoa.