La consejera de Salud, Nekane Murga, avanzó ayer que se están revisando los protocolos que el Departamento de Educación remitió en julio a los centros escolares para que elaboren sus propios planes de contingencia de cara a que la vuelta al cole sea "segura". La idea que barajaba Educación en julio, y que hasta la fecha mantiene, es que el nuevo curso arranque a partir del 7 de setiembre de forma presencial en todos los ciclos (400.000 estudiantes y 28.000 profesionales), bajo la premisa de la mascarilla obligatoria cuando no se guarde la distancia de un metro y medio. Además se pretende priorizar la presencialidad del alumnado de Infantil, Primaria y Educación Especial en caso de que la pandemia empeore y haya que pasar al segundo escenario (un modelo híbrido con clases presenciales y a distancia).

Murga afirmó que están trabajando en las "medidas preventivas" para poder cumplir con su objetivo de una vuelta presencial, aunque reconoció que la situación es "cambiante" y que por lo tanto "trabajamos con escenarios hipotéticos" y esperan que "de aquí a esa fecha, consigamos reducir los contagios". Fuentes del Departamento de Educación no aclararon en qué punto se halla esa revisión de los protocolos y aseguraron que, por el momento, no han cambiado su criterio de no reducir la ratio de estudiantes por aula. I.A.