donostia - Según pudo saber este periódico, uno de los dos trabajadores desparecidos, el que controlaba la báscula de la instalación en la que se produjo el desprendimiento, es Alberto Soraluze, natural de Eibar y de 62 años, pero residente en un caserío del municipio de Markina. Antes de empezar a trabajar en el vertedero fue responsable de ventas y gerente del concesionario de Ford Kondia en Eibar. Además, fue jugador del Arrate de balonmano. El otro empleado al que se busca entre las toneladas de escombro es un hombre de Zalla de 51 años.