Pamplona - Recuerdo sus palabras cuando se notificó la sentencia de la Audiencia y habló de que una “turba enfervorecida” trató de asaltar el Palacio de Justicia. Eso no ayudó a calmar los ánimos.

-Con el diccionario de la Real Academia de la Lengua invito al que no le guste esa expresión a que me diga lo que es una turba. Yo estaba aquí y vi lo que pasó. No dije una turba feminista. Una multitud enfervorecida intentando entrar en un sitio tiene una denominación.

Tras decidir la Audiencia ponerles en libertad un mes después de la sentencia, ¿calaba una cierta sensación de impunidad?

-La sensación que tenía la sociedad era de impunidad. Y la sospecha o la sensación de que podía haber una resolución final que les favoreciera. Justo después de la sentencia se les puso en libertad. Y les condenaron a nueve años, que no es una pena pequeña. En Navarra se ponen pocas condenas más graves. Con esa pena ponerles en libertad... No se buscaron las fechas más apropiadas.

¿Es su caso más difícil?

-Si unimos dificultad a gravedad, puede ser. Este asunto es verdaderamente complejo, tiene muchos matices, incluidos la actuación. Por eso me hace gracia cuando alguno ahora se apunta y dice que ya sabía lo que iba a pasar. Los que hemos visto el juicio y los vídeos hemos sido nosotros, nadie más, fiscal y partes. Afortunadamente nadie al margen del proceso ha podido ver los vídeos, Tiene mucho mérito con todo lo que ha rodeado a este procedimiento que no hayan aparecido los vídeos todavía.