Furgofarra es una empresa hernaniarra que va de pueblo en pueblo vendiendo comida rápida en las fiestas, desde hamburguesas, sandwiches, o perritos calientes, hasta salchipapas. Donde sea que se celebra la fiesta, ahí estará la “food-truck” de Furgofarra. Hemos tenido la ocasión de charlar con una de sus dueñas, Ainitze Rodriguez.
Acaban de estar en los Sanfermines de Lesaka. ¿Qué tal han ido?
La verdad es que muy bien, antes íbamos todos los años, pero desde que hacen sorteo la cosa ha cambiado, y llevábamos once años sin ir. Nos han recibido muy bien, trabajar en Nafarroa siempre es un placer.
¿En qué fiestas están durante el año?
Trabajamos durante todo el año. Empezamos a trabajar en enero, y prácticamente hasta la segunda mitad de octubre estamos al pie del cañón. Es cierto que la temporada fuerte comienza en mayo y termina en agosto, dependiendo de las fechas de carnavales y Semana Santa, comenzamos antes o después. Durante junio y julio solemos estar más en Gipuzkoa, y en agosto nos vamos a Nafarroa. En septiembre volvemos otra vez a Gipuzkoa. Solemos tener un calendario muy potente, y como ya llevamos 34 años en esto, cogemos la última semana y media de agosto para irnos de vacaciones. El cuerpo lo necesita.
¿Quiénes forman el equipo?
Somos los cuatro de la familia, mi padre, mi madre, mi hermano y yo. Los titulares somos mis padres y yo, pero mi hermano nos echa una mano cada vez que puede, que también lo compagina con su trabajo.
¿Se puede vivir de la Furgofarra?
Yo trabajo en una empresa de serigrafía. Por circunstancias de la vida hace dos años que decidí coger una excedencia de cinco años, y dedicarme a tiempo completo a la Furgofarra. Actualmente, mi padre y yo nos dedicamos a esto a tiempo completo, mientras que mi madre lo compagina con su trabajo, y mi hermano también.
¿Cuál es el producto estrella?
La salchipapa, con diferencia. También hay nuevas salsas que hemos incorporado, y la barbacoa tira bastante por ejemplo, pero la salchipapa se lleva la palma.
"Hace dos años que decidí coger una excedencia de cinco años, y dedicarme a tiempo completo a la Furgofarra"
¿Por qué el naranja de la furgoneta?
Antes teníamos dos Nissan, pero necesitábamos cambiar de coche, y nos compramos una furgoneta, la que ahora es la más antigua de las tres que tenemos. En aquellos tiempos, casi todas las furgonetas eran blancas o rojas, y mi padre quisto hacer algo diferente. En ese momento decidimos pintarla de naranja, y el siguiente paso fue nombrarla Furgofarra.
En las fiestas suele pasar de todo. ¿Qué es lo más raro que os ha pasado?
Así es, nos ha pasado de todo, sin ir más lejos, estos Sanfermines nos robaron la matrícula de la furgoneta en Lesaka. Si él que lo hizo lee esto, puede devolvérmela. Hay anécdotas buenas, pero tenemos más de faenas, como el parachoques que nos intentaron quitar en Azpeitia. Hay gente para todo.
¿Consiguen disfrutar del ambiente festivo a la vez que trabajan?
Todos tenemos fiestas en nuestro pueblo. El primer día suele ser efusivo, el segundo algo más apático, y los días de las cuadrillas son bonitos de vivirlos por fuera, y también por dentro. Si la fiesta dura cinco días, los cinco no suelen ser potentes, y aprovechamos los días más tranquilos para tomarnos algo en el bar y ver el ambiente que se respira. Aún así, tampoco me adentro del todo, suelo estar pensando en el trabajo.
¿Cuánto es lo máximo que han llegado a trabajar en la Furgofarra?
Depende del pueblo, nos establecen un horario o no. Hay pueblos en los que nos establecen trabajar desde las once y media de la noche hasta las seis de la mañana, y otros en los que nos dan libertad de horario. Lo máximo que hemos trabajado ha sido desde las 12 del mediodía hasta las 12 de la noche, sin parar. Pero, como se dice, sarna con gusto no pica.
Fue su padre quién comenzó la andadura de Furgofarra allá en 1993. ¿Ha cambiado mucho la situación desde entonces?
Así es. Hace 30 años la gente se nos quedaba detenida pensando: "¿Qué hacen éstos vendiendo comida a estas horas en una furgoneta?". El horario de venta también era distinto, antes se trabajaba a partir de la una de la mañana, las cenas se solían hacer en un bar, comiendo un bocadillo normalmente. Esa situación ha evolucionado. Los que antes eran jóvenes y nos venían a comprar, ahora son padres y les inculcan la Furgofarra a sus hijos, y los hijos a sus hijos. Ahora la gente también viene a cenar a nuestro negocio. Comienzan a venir clientes sobre las 19: 30 horas, luego hay un parón después de la hora de la cena, y más tarde vuelve la gente. El concepto del food truck ha cambiado, ahora está de moda.
"Hace treinta años la gente se nos quedaba detenida pensando: "¿Qué hacen éstos vendiendo comida a estas horas en una furgoneta?"
Acabas de mencionar que el food truck está de moda, ¿ahora hay más competencia?
Sí. Antes solíamos ser seis food trucks, pero ahora ha entrado mucha gente, y por desgracia, la cosa ha cambiado mucho. Antes teníamos lugares fijos, ahora tenemos que participar en un sorteo.
¿Y cómo funcionan esos sorteos?
Cada uno opta a todos los suelos que sean públicos. Entonces, hay que presentar una instancia, y luego se hace un sorteo. Hay algunos ayuntamientos que lo hacen, y otros directamente no lo permiten. Por ejemplo, llevábamos once años sin ir a Lesaka, y este año nos ha tocado. Pero llevamos 34 años yendo a Errenteria, y este año nos han dicho que no, con lo cual, es una por otra. Yo lucho con los ayuntamientos para obtener los permisos necesarios, hay veces que los consigues, y hay otras veces que no.
¿Cuál es vuestro pueblo favorito para ir en Furgofarra?
No me voy a mojar (se ríe). Tengo unos cuantos, pero no me voy a mojar. Hay pueblos a donde hemos ido siempre, y nos sentimos muy queridos, nos ha pasado estos Sanfermines en Lesaka, sin ir más lejos, la gente nos ha comentado "¡cuánto tiempo!" u "¡os hemos echado de menos!". Hay organizaciones que nos han escrito para preguntar por qué no vamos a sus fiestas. Lamentablemente, es una situación que no está en nuestras manos.
¿Qué tiene la Furgofarra que no tiene un trabajo común? ¿Y viceversa?
Lo que más disfruto de este trabajo es el tiempo libre que tengo cuando termina el verano. Suelen ser 3-4 meses muy potentes, en los que se trabaja mucho. A pesar de que el resto del año también trabajemos, la carga disminuye mucho, y podemos tener otro tipo de vida durante ese tiempo.
"Lo que más disfruto de este trabajo es el tiempo libre que tengo cuando termina el verano"
¿Qué hora venden más?
Como antes he mencionado, diría que la situación ha cambiado últimamente, y la hora de la cena ha ganado bastante fuerza. También depende del pueblo, cada pueblo es un mundo, puedes depender de los horarios, o no, puede que en algún pueblo haya una afición a un tipo de comida ( ej: chistorras, talos) o no... hay tantos factores. Como he dicho, cada pueblo es un mundo.
¿Cuál es la seña de identidad vuestra comida?
Para empezar, utilizamos buen género. También es muy importante la higiene para nosotros, la higiene de la furgoneta, de los utensilios... intentamos que todo esté limpio para así dar un servicio limpio. Si seguimos con la misma carne de hace treinta años, o la misma panceta, y todavía estamos aquí, es señal de que algo estamos haciendo bien.
Desde que empezaron en 1993, habéis tenido una gran evolución. Antes utilizaban una furgoneta, mientras que ahora tienen tres. ¿Han usado las tres a la vez algún día?
Sí. La última fue el año pasado. En realidad, no tenemos las tres furgonetas para utilizarlas simultáneamente, si no para tener una de repuesto, por si acaso; pero alguna vez ha tocado. Estar trabajando con las tres furgonetas a la vez una locura, tienes que ser muy organizado, tener todas las cosas organizadas previamente para que todo salga bien. Hicimos una vez en Donostia, y hemos hecho alguna que otra vez, pero en muy pocas ocasiones.
"Me encanta regresar por la costa a casa, viendo el amanecer, disfrutando de las vistas espectaculares"
¿Cuál es el sitio más raro en el que han estado vendiendo?
Hay veces en las que se hace un evento, y a los organizadores les encanta la idea de tener una food truck en él. Sin embargo, a nosotros eso nos supone un coste. Ha habido alguna vez en la que nos han llamado, y no había ni 50 personas, y eso es una faena. Una vez en Elgeta, cayó "la de dios", y no hubo ni cien personas, pero aunque no hubiera llovido, tampoco habrían venido más de cien personas. En cuanto a sitios bonitos que hemos estado, a mi me encanta trabajar en la costa, y regresar por la costa a casa, viendo el amanecer, disfrutando de las vistas espectaculares.
UDATEST:
Un lugar cercano para desconectar.
La casa de mis padres en Iratxe
Un viaje inolvidable.
Cádiz
¿A dónde iba de vacaciones cuando era crío?
A la casa de Iratxe
Canción del verano.
De momento, la del año pasado de Carol G "Si antes te hubiera conocido"
Comida y bebida favorita.
Ensalada de tomate con atún
¿A qué fiesta acude siempre?
Las fiestas de San Nicolás en Orio y Santo Tomás en Azpeitia
¿Ha hecho nudismo?
Sí, en el río
¿Su primer trabajo de verano?
Monitora de tiempo libre
¿Cuál fue su primer amor de verano?
No me acuerdo
¿Dejaba algo para septiembre?
Las "etxekolanas" que nos ponían en verano
Durante la época del Covid os tocó tener un negocio ambulante, cuando no se podía ni salir. ¿Cómo lo vivieron?
Cuando se cerró todo era época de sidrerías en Hernani, y nos pilló con el pabellón lleno de género, lo perdimos todo, fue duro. La carne de las hamburguesas se congeló, y se repartió entre la familia, gracias a que es carne picada, se puede usar para hacerlo en distintos platos, macarrones, albóndigas, las mismas hamburguesas... y por lo menos esa carne no se desperdició. El pan de la hamburguesa lo repartimos para las cabras que tenía mi tío. Teníamos los arcones llenos, los frigoríficos llenos, las cuotas seguían llegando, y no podíamos hacer nada... Quita y no pon, se acaba el montón. Afortunadamente, tras un año y medio, y después de luchar mucho, conseguimos que el Ayuntamiento de Hernani nos diera un permiso para trabajar los fines de semana, que nos sirvió para mantener el montón, y nos ayudó a pasar el tramo. Al final, trabajamos para sobrevivir, y yo intento disfrutar siempre que puedo.
¿Desde pequeña has disfrutado de este mundo?
Sí. Cuando iba de pequeña con mis tíos a ver a mis padres trabajar en las fiestas de Hernani, ya me encantaba. Encima, mis padres han trabajado muy duro para llegar hasta aquí. En este negocio tenemos nuestros huecos, y tratamos de aprovechar esos huecos para estar con la gente que queremos. En frente de nuestro pabellón hay mecánicos que entran a las ocho de la mañana, y salen a las ocho de la tarde, durante todo el año. En verano trabajan hasta las cuatro, pero siguen haciendo sus ocho horas.
"En este negocio tenemos nuestros huecos, y tratamos de aprovechar esos huecos para estar con la gente que queremos"
La gente os suele ir en horas tardías de la fiesta, ¿suele ir muy "contenta"?
Suele haber de todo. Los jóvenes se mueven a muchas fiestas, y hay alguno que lo vemos durante todo el verano. Si eres del pueblo, alargas la noche; si no lo eres, cuando empiezan los autobuses, empiezas a retirarte a medida que se va alargando la madrugada. Los que llegan a las cuatro suelen venir bastante bien, pero los demás...De todas formas, hay pocos pueblos donde la gente va muy perjudicada. Una cosa es ir afectado, y otra muy distinta es afectar. No obstante, mi padre y yo solemos comentarlo, si nos vienen 500 personas, y nos molesta solo una, la estadística no es mala. Por ejemplo, nos ha pasado la semana pasada en Lesaka. El primer día de las fiestas nos vino un chaval que se pasó un buen rato pisando el grifo de la mayonesa, molestando. Sin embargo, regresó el penúltimo día, y se quedó a hablar con nosotros y todo. Al final ves de todo, con algunos nos hemos hecho buenos amigos y todo, conoces a mucha gente.
¿Qué opinan vuestros amigos de vuestro trabajo?
Tal vez este trabajo sea más duro cuando eres joven y te priva de ir a fiestas que van ellos. Pero bueno, lo hemos solido compaginar bien con la familia. Es cierto que antes mi madre trabajaba más que ahora, y yo podía tener el viernes y el sábado libre, para empezar a trabajar el domingo. Ahora estoy metiendo más horas que antes. Pero al final, todo el mundo trabaja. Ahora que es verano es diferente, habrá profesores que tendrán más tiempo libre, pero si no, todo el mundo está ocupado con su trabajo, algo más o algo menos. Al final, es un trabajo más. Un médico puede estar 14 horas haciendo guardia, incluso veinte. Es duro, sí, pero también es duro estar haciendo el asfalto cuando hace 40 grados, no me gustaría estar en su piel; cada trabajo tiene lo suyo.
¿Está cogiendo más el relevo del negocio últimamente?
Sí, esa es la idea. Al final, los padres se están haciendo mayores, y darles un relevo estaría bien.
¿Tiene alguna idea pensada para el futuro?
La verdad es que no, intento vivir el presente, para así poder labrarme un futuro.
¿Y cómo ve el futuro de Furgofarra?
Tenemos la idea de seguir con nuestro proyecto. Todavía no sabemos cómo lo haremos, pero lo haremos, hay Furgofarra para rato.