Como cada 1 de mayo, Larraitz se llenó ayer de gente que no quiso perderse la tradicional apertura de pastos de Aralar. Hasta el próximo octubre, miles de ejemplares pastarán en libertad por la sierra. Un total de 17.500 ovejas, 1.000 vacas y 750 yeguas cruzarán la barrera que abrió Jojo Goienetx, presidente del sindicato de montes de Garazi.
Desde por la mañana se pudo disfrutar de un día soleado y con temperaturas espléndidas que hicieron que Larraitz se quedase pequeño entre puestos y exposiciones. Para las 11.30 horas ya habían tomado la palabra el presidente de la Mancomunidad Enirio-Aralar y alcalde de Ordizia, José Miguel Santamaría, y Goienetx. Ambos quisieron destacar la necesidad de poner en valor el trabajo y la importancia de los ganaderos; “un oficio que hay que dignificar”, subrayó Santamaría.
Enseguida se pudo escuchar el primer txupinazo y poco después Goienetx, con alguna que otra dificultad, logró abrir el candado que cerraba la barrera. Algunos, entre risas, le daban lecciones de cómo debía meter la llave. Una vez abierto, un grupo de 23 vacas y dos terneros tomaron rumbo hacia Aralar, provocando el aplauso de los presentes. Aunque las yeguas se hicieron esperar un poco más, la gente se mantuvo firme en su sitio. Unos minutos después, once yeguas y seis potros, algo nerviosos, también pusieron como objetivo las campas verdes de Aralar.
Las ovejas fueron las últimas en subir hacia las 2.680 hectáreas de extensión de pastos, pero no sin dificultades. El pastor Abel Segurola miraba atentamente cómo se acerca el rebaño dirigido por su hijo Ander hacia la barrera, pero a mitad del camino se pararon. Ni adelante ni atrás.
Pocos minutos más tarde lograron que las 300 cabezas subiesen hacia el monte. “Creo que pasarán un buen verano ahí arriba, con esa libertad”, destacó Segurola sonriendo.