La reputación de una ciudad se basa en que cuente con un gobierno eficaz, un entorno atractivo y que su economía esté avanzada. Estos son los rasgos más valorados en el estudio City Reptrak 2018, elaborado por Reputation Institute, que se ha elaborado a partir de 12.044 encuestas realizadas entre marzo y abril de este año a ciudadanos de Alemania, Italia, Canadá, Japón, EEUU, Reino Unido, Francia y Rusia. A la cabeza de este ránking de 2018 se encuentra Tokio ?con 81,8 puntos? mientras que la capital rusa Moscú ocupa el último puesto ?con 51,3 puntos?.
Los encuestados también tienen en cuenta criterios como el PIB, la población y su nivel de familiaridad, la seguridad, la belleza o sus líderes. Así, en el top ten de las 56 ciudades analizadas se sitúan Sídney (en la segunda posición), Copenhague (tercera posición), Viena (cuarta posición) y Estocolmo (quinta posición), y lo completan Venecia (sexto puesto), Roma, Zúrich, Múnich y Montreal.
Tokio lidera la lista al ser la más destacada en liderazgo político, eficacia del gobierno y la seguridad ?situándose en el segundo puesto como la ciudad más segura, por detrás de Copenhague?. Roma ocupa el primer lugar como la ciudad más bella; y México el último como el lugar más inseguro. Este estudio también ha demostrado que durante este año las ciudades han registrado una “pérdida general de la reputación” debido al impacto político, social y económico mundial ?aspectos que también afectan a las compañías?.
Para el vicepresidente de Cuentas Globales de Reputation Institute, Enrique Johnson, al hablar de reputación “nos referimos a la percepción que el público general tiene sobre lo que ha hecho la ciudad en el pasado, lo que está haciendo a día de hoy y las expectativas que tienen de la ciudad a futuro”. Además, son importantes aspectos como las tensiones geopolíticas, el malestar social y los nacionalismos. Por primera vez, la seguridad ha tenido más peso que la belleza de la ciudad, aspecto que ha pasado factura a algunos lugares como Barcelona.
Barcelona baja La crisis política que ha vivido Catalunya este último año y los atentados del 17 de agosto de 2017 han hecho que se resienta la reputación de la ciudad condal, que ha bajado siete puestos entre las ciudades mejor valoradas del mundo, situándose en el puesto número 15. En solo un año ha pasado de ocupar el octavo lugar al decimoquinto.
A pesar de bajar en reputación, sigue estando entre las veinte mejor valoradas. Madrid, sin embargo, ha subido dos escalones, entrando así en el top veinte, situándose en el puesto 19. A pesar de su crecida, “mantiene” su nivel de reputación ya que el ascenso responde más a la bajada generalizada del resto de ciudades que a una mejora de la capital española. El “talón de Aquiles” de Madrid, según el informe, es la oferta turística, mientras que su fortaleza es la atracción de inversores, la estabilidad financiera y el potencial económico.
En la evaluación se han tenido en cuenta tres dimensiones: la calidad de vida (oferta turística, entorno urbano, belleza, cultura, ocio), el nivel de desarrollo (estabilidad financiera, atracción de inversores, potencial de crecimiento, entorno favorable para hacer negocios) y calidad institucional (ambiente seguro, red de transporte, líderes respetados, instituciones políticas y sociales). l