Donostia - No todas las mujeres son candidatas a un alta exprés.

-No. Hablamos de mujeres que han tenido partos normales, vaginales, sin episiotomía, sin puntos, sin desgarros. Pero necesitaríamos una infraestructura en la Atención Primaria con matronas o médicos que puedan estar en contacto con las madres, incluso ir a visitarlas, revisarles el pecho, el útero... Y también habría que crear una infraestructura en los ambulatorios para poder hacer las metabolopatías que detectan las enfermedades de origen genético, de tal forma que el padre o la madre no tuvieran que ir al hospital donde se ha producido el parto para hacer esas pruebas.

¿Las madres prefieren irse antes de las 48 horas reglamentarias?

-Depende. Hay gente que quiere irse a casa pronto y otras que se sienten más seguras en el hospital. Si la madre quiere sería factible, pero no obligamos a nadie. Se pretende mejorar lo que hay, teniendo en cuenta que el parto es un proceso fisiológico y natural.

Pero nunca tan pronto como Kate Middleton ¿verdad?

-No, claro. Desde luego, no a las siete horas, pero sí a las 24 o a las 30 horas del parto.

¿Es una posibilidad también en la sanidad privada?

-Yo creo que puede ser reproducible y factible tanto en la pública como en la privada. En Cruces ya lo estamos valorando pero depende también de Pediatría, de las matronas... No solo depende de la salud materna porque más de la mitad de las mujeres está perfecta para irse a casa pronto. Aunque siempre chocamos con la detección de enfermedades hereditarias -que es algo que en Euskadi funciona muy bien-, y también con las medidas para prevenir la sordera infantil.

¿En la Sociedad de Ginecología y Obstetricia opinan lo mismo?

-Sí también son partidarios porque ya hay hospitales en España que lo están haciendo. Es una tendencia al alza, pero hay que pactarlo. Primero que la madre quiera y luego que podamos hacerlo.

¿Que las madres sean cada vez más mayores juega en contra de este alta precoz?

-El 12% de los partos son de madres mayores de cuarenta años. Pero pese a todo, el 63% de los partos son partos vía vaginal, es decir espontáneos, sin ventosa y sin fórceps. Solo queda un 37% que son cesáreas o partos instrumentales. El objetivo de alta precoz es ese 63%. Pero es cierto que de ese porcentaje no todas quieren o no todas están bien porque o bien el parto ha sido largo o con dolor. Yo calculo que un 50% de las mujeres parturientas podrían irse a casa precozmente con ese alta exprés.

El hecho de que en Euskadi haya un bajo nivel de cesáreas ¿facilita esa salida más rápida?

-Sí, tenemos el porcentaje más bajo de cesáreas de la Península, un 13%, cuando la OMS recomienda por debajo del 15%. Así que de todas las comunidades somos los únicos que cumplimos.

Quizá los demás quieran arriesgar menos.

-No. Es porque tenemos una cultura de parto vaginal muy importante. Yo he trabajado en Basurto y ahora en Cruces, y los obstetras vascos somos muy partidarios del parto vaginal. Pero no del parto vaginal en plan talibán sino del parto vaginal con los mejores resultados. De hecho, este año en Cruces se ha dado la mejor tasa de mortalidad perinatal -la referida a la muerte del feto o recién nacido desde las 28 semanas de embarazo hasta la primera semana de vida- de la historia moderna del hospital, 5,7 por mil. No hacemos partos vaginales a toda costa, los practicamos porque obtenemos excelentes resultados tanto para las madres como para los recién nacidos.

¿Y por qué el resto de comunidades no los hacen?

-No lo sé. Pero si se cumpliesen los protocolos elaborados por la SEGO subiría la tasa. Si bien es cierto que el patrón de embarazadas ha cambiado. Son más mayores y tienen más factores de riesgo. Y también tienen menos partos, no hay que olvidar que el primero suele ser más complicado y el segundo ya es más sencillo.