Nueva Delhi ? El Supremo indio rechazó ayer reabrir el caso del asesinato hace 70 años de Mahatma Gandhi a manos de un integrista hinduista, a petición de un particular que afirmó haber encontrado indicios que contradicen la versión oficial.

“El Tribunal Supremo desestima la petición de volver a investigar el asesinato de Gandhi. ¡Bravo!”, dijo en Twitter el bisnieto del líder pacifista, Tushar Gandhi, quien reiteró en varias ocasiones que está cansado de teorías “fantásticas” sobre el suceso.

Una sala del Supremo formada por dos jueces rechazó la petición presentada en octubre de 2017 por un ingeniero, Pankaj Phadnis, quien acudió a la máxima instancia judicial de India arguyendo que había elementos en la muerte de Gandhi que no encajaban con la versión oficial y que pudo haber una cuarta bala y otro asesino.

La petición, que ya fue rechazada por el Tribunal Superior de Bombay en junio de 2016, fue ayer de nuevo desestimada por el máximo tribunal indio, al considerar que la verdad sobre el asesinato de Gandhi “ya es perfectamente conocida”.

El Supremo afirmó, además, que la petición de Phadnis llega con un “enorme” retraso respecto al asesinato de Gandhi el 30 de enero de 1948.

“No estamos, por tanto, preparados para aceptar la teoría de una cuarta bala propuesta por el peticionario. Consideramos el recurso de Pankaj Phadnis intentando reabrir de nuevo esta controversia como un esfuerzo inútil”, declaró la sala del Tribunal Supremo indio en su sentencia.

Phadnis afirmó a Efe que no se dará por vencido en su intento de cuestionar la versión oficial, a pesar de la sentencia en contra del Supremo. “Este es un proyecto multidimensional, el aspecto legal es solo una parte. Todavía hay, por encima de los tribunales, el tribunal del pueblo de India”, sentenció.

La investigación oficial del asesinato del padre de la patria concluyó que el 30 de enero de 1948 el integrista hinduista Nathuram Godse disparó tres veces a bocajarro a Gandhi en Birla Bhavan (Birla House) en Nueva Delhi, a los 78 años de edad.

De acuerdo con Phadnis, pudo haber un segundo asesino y una supuesta cuarta bala disparada desde un arma distinta a la de Godse, con el supuesto móvil de evitar que Gandhi hiciera un viaje a Pakistán, país del que India se acababa de separar.

Godse y su cómplice Narayan Apte fueron juzgados y ejecutados el 15 de noviembre de 1949. Sin embargo, el que se considera como instigador del asesinato, el presidente del partido Hahasabha, Vinaiak Dámodar Savarkar, quedó libre sin cargo alguno por falta de pruebas.

Una prueba de la lucha de Gandhi y su búsqueda de Dios está en su exclamación “¡Hey, Rama!”, que pronunció antes de morir: se interpreta como un signo de su idealismo en la búsqueda de la paz en su país. Estas palabras están escritas en el monumento erigido en su honor en Nueva Delhi. ?Efe