Donostia - La diabetes es una epidemia que no deja de crecer y que afecta cada vez más a los países desarrollados. Para combatirla, investigadores como Gorka Orive usan tecnología de última generación para fabricar nuevos medicamentos que permitan a los diabéticos vivir sin inyecciones.

¿Se están produciendo muchos avances para tratar la diabetes?

-Sí. Hay mejores insulinas, más formas de administración con nuevos infusores que son como minibombas que te van metiendo la insulina para ahorrarte las inyecciones. Ahora, el siguiente paso es la elaboración de medicamentos biológicos.

¿En eso están trabajando?

-Sí, nuestra investigación tiene como objetivo diseñar un nuevo medicamento en forma de microfábricas de insulina para tratar la diabetes. Uno de los aspectos más positivos de este fármaco es que con una inyección debería ser suficiente para que el paciente controle su glucemia durante bastante tiempo.

¿Cuánto tiempo?

-No sabemos si será un mes, varios, o un semestre. De tal forma que el paciente podría reducir el número de pinchazos o incluso podría evitar la inyección de insulina exógena.

Pero de momento no incluyen las pruebas en humanos.

-No. De momento lo vamos a testar en animales de investigación. Vamos a probar su eficacia y seguridad en el laboratorio, con ratones.

Este es un fármaco biológico. ¿Cuáles son las características de un medicamento vivo de este tipo?

-Se trata de un medicamento que está vivo porque en su composición hay células vivas y es un fármaco que habría que inyectar. Inyectaríamos un número muy grande de pequeñas bolitas de menos de medio milímetro que en su conjunto forman el medicamento. Dentro de ellas habrá células sanas, que funcionan, y que son capaces de responder liberando insulina. Ya que el paciente tiene sus células pancreáticas defectuosas, nosotros pretendemos crear una especie de nuevo páncreas bioartificial.

Al trabajar con organismos vivos, ¿la producción es más compleja?

-Sí. Esto no es un fármaco que viene en un blíster. Habría que prepararlo en un hospital y habría que ver cuál es la manera de fabricarlo a mayor escala.

La UPV no trabaja sola en este proyecto.

-Este fármaco forma parte de un proyecto de investigación multidisciplinar financiado con un programa de telemaratón en Catalunya. Además de la UPV, incluye otros dos grupos de investigación de universidades/hospitales de Barcelona.

¿El fármaco se diseñaría a la carta para cada paciente?

-Tendríamos que pensarlo. Este tipo de medicamentos biológicos no siguen las pautas de la industria farmacéutica tradicional. Tendrían que tener otras directrices que quedan por definir.

¿Hay muchos medicamentos biológicos en el mercado?

-Hay que tener en cuenta que esto que pretendemos hacer nosotros es complejo, pero hay otros más sencillos como los anticuerpos monoclonales o los factores de crecimiento.