donostia - Una joven donostiarra interpuso ayer una denuncia por la grabación y difusión de un vídeo en el que aparece manteniendo relaciones sexuales con los jugadores de la Sociedad Deportiva Eibar Sergi Enrich y Antonio Luna. Durante la secuencia, de 17 segundos, puede escucharse a la mujer decir “para, eso no eh”, al parecer, mostrando su rechazo a ser filmada. El autor de la grabación hace caso omiso y continúa tomando las imágenes. El vídeo se hizo viral.

Según apuntó ayer la Cadena Ser, la joven interpuso una demanda ante la Ertzaintza por difundir las imágenes sin su consentimiento, un extremo que durante toda la jornada no quiso confirmar ni desmentir el Departamento vasco de Seguridad. Con ánimo de frenar el escándalo, los jugadores emitieron un comunicado pidiendo disculpas.

Al parecer, el vídeo no es reciente. Podría haber sido grabado hace un año, y es un antiguo compañero del equipo quien las pudo poner en circulación. “Nos la han liado pero bien. A mí me la suda, pero la tía nos puede buscar un problema. Me están llamando de todos los sitios. Intentar no pasarlo, por favor”, se escucha en una grabación a uno de los implicados. El segundo también arremete en otro audio contra un compañero por la filtración. El vídeo fue muy comentado en las redes sociales, donde se difundieron varias fotografías de la joven, así como su perfil de Facebook. En la localidad armera no hubo otro tema de conversación.

Según fuentes judiciales consultadas, los hechos podrían ser constitutivos de un delito recogido en el artículo 197.7 del Código Penal, que contempla penas de prisión de uno a cuatro años. En caso de optar por la vía Civil, podría suponer una infracción del derecho al honor y la intimidad, según figura en la Ley Orgánica de 5 de mayo de 1982.

En este sentido, la semana pasada se conoció la condena del Tribunal Supremo a la revista ¡Qué me dices!, que deberá indemnizar con 15.000 euros a la actriz Penélope Cruz por vulnerar su derecho a la intimidad y a la propia imagen al publicar, sin su consentimiento, unas fotografías tomadas mientras estaba en una terraza privada.

Conocido es también el caso del futbolista Karim Bezema, sobre el cual se pronunciará la justicia la semana que viene, tras su implicación en un acto de chantaje a un compañero de la selección francesa con un vídeo de contenido sexual.

El letrado donostiarra Antxon Massé advierte que “se ha instalado la costumbre de grabar intimidades en documentos electrónicos que son de muy fácil difusión, y todo lo que se graba es difundible. A partir del momento que sale de tu campo de dominio y lo entregas a otro, ese otro es el dueño de tu secreto”. Y los secretos, subraya, se difunden “por la ley del 1”. “Se lo cuentas a una persona y al día siguiente lo saben once, y pasado mañana 111. El secreto es una de las armas más peligrosas que existen, algo que puede comprobarse perfectamente en este tipo de vídeos. Desde luego que la víctima está en su perfecto derecho de denunciar los hechos porque es dueña de su propia imagen, y ella no ha vendido su imagen”.

El Código Penal, tras la reforma que entró en vigor en julio de 2015, tipifica como delito contra la intimidad y el derecho a la propia imagen la divulgación no autorizada de imágenes íntimas obtenidas con el consentimiento de la víctima, pero que luego son difundidas sin que esta lo sepa.

Desde el verano pasado el artículo 197.7 del Código establece que se castigará con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses las conductas consistentes en la difusión sin autorización de imágenes captadas con autorización.

disculpas Entretanto, los jugadores Sergi Enrich y Antonio Luna, involucrados en la polémica, se quedaron fuera de la convocatoria hecha pública por el club armero para el partido amistoso de ayer contra el Leganés en la localidad burgalesa de Lerma.

Ambos jugadores pidieron disculpas. A través de la cuenta personal de Twitter de Enrich, los futbolistas colgaron un comunicado en el que “lamentan” que la difusión del vídeo “pueda dañar su imagen, pero especialmente la del club” armero, y “haya podido ofender a los aficionados y a la ciudad de Eibar en general”.

Aseguran que son “conscientes de que los futbolistas profesionales deben dar ejemplo en todos los ámbitos, especialmente a los niños”, razón por la que piden “disculpas si este incidente ha podido herir a alguien”.

Los jugadores piden también disculpas “por el daño que pueda suponer la divulgación del vídeo a la imagen” de la mujer que aparece en el mismo.

Enrich y Luna recalcan que el vídeo “de contenido sexual” se trata de la “grabación de un acto íntimo y privado, llevado a cabo entre personas adultas con pleno consentimiento por parte de todos y en el ámbito de la libertad de la que todos disfrutamos”. Asimismo ambos “lamentan profundamente” que una “indiscreción” de la que aseguran no son responsables haya supuesto que “estas imágenes hayan salido a la luz” sin su conocimiento ni mucho menos su consentimiento.