el vídeo circula de móvil en móvil en las últimas horas y resulta escalofriante. Un joven no identificado asciende a una grúa situada sobre el instituto Txindoki de Beasain y se cuelga en el vacío, a unos 50 metros de altura, agarrado únicamente de sus manos. En un más difícil todavía, el hombre suelta una mano del travesaño metálico y, durante unos breves instantes, solo mantiene ese punto de apoyo. Vértigo es la sensación más ligera que se siente al contemplar la breve secuencia que no llega a los 2 minutos.

En las imágenes, el joven se enfoca para mostrar su rostro, cubierto por un pañuelo con el dibujo de media calavera, mientras que en su cabeza se advierte una cresta rodeada por un pelo rapado al cero.

Con ligereza, el hombre trepa por la estructura metálica hasta alcanzar uno de los extremos de la torre y quedar suspendido durante unos segundos sin ningún tipo de protección que pudiese evitar su caída al vacío. Después abandona la grúa y finaliza la grabación. La Ertzaintza investiga los hechos sin que, de momento, haya podido averiguar la identidad del temerario ni la fecha en la que llevó a cabo la acción.

Durante los últimos años se ha puesto de moda realizar acciones de este tipo desde gran altura para luego exhibirlas en las redes sociales. La semana pasada se difundieron unas imágenes de un youtuber estadounidense que se colocó una cámara GoPro en su cabeza y registró todo el recorrido desde que se cuela en un hotel hasta que se lanza a la piscina desde la quinta planta del mismo.