donostia - La cola de camiones llegó a superar el enlace de la AP-8 con la GI-20, en Errenteria. Se alcanzó un máximo de 17 kilómetros de vehículos esperando su turno para acceder a Iparralde por Irun, después de las restricciones de circulación para el transporte de mercancías en la CAV y Francia durante las jornadas festivas del domingo y el lunes. Un millar de camiones puestos en fila en el carril de la derecha esperaban a que las cabinas del peaje de Biriatu absorbiesen semejante avalancha.

El de ayer fue un día duro para cientos de camioneros que pretendían pasar a Francia tras dos días de prohibición de circulación por territorio galo y uno -de 22.00 horas del lunes a 22.00 del martes- por las carreteras de Euskadi. Horas de espera para los conductores.

Aunque los carriles de la izquierda de la AP-8 estuvieron habilitados en gran medida para la circulación de turismos, la caravana de camiones ralentizó el tráfico de coches durante casi toda la jornada en sentido a Irun, llegando a provocar algún atasco considerable. A primera hora de la tarde, la caravana era ya de trece kilómetros y tras alcanzar un máximo de 17 kilómetros hacia las 18.00 horas, las colas comenzaron a disminuir poco a poco pero eran todavía de 14 kilómetros a las 20.00 horas, según datos facilitados por la Ertzaintza.

Así fue el cierre de una Semana Santa que en la CAV se saldó sin víctimas mortales por cuarto año consecutivo y en la que ha habido menos tráfico que en otros años. Se esperaba un ligero aumento.

Según informó el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, la operación especial de Semana Santa -se abrió el mediodía del miércoles pasado y se cerró en la noche del lunes- ha concluido en la CAV sin accidentes mortales y con un único herido de gravedad en los 55 accidentes ocurridos en las carreteras vascas. Sí hubo, por contra, un fallecido en Navarra y un total de 41 en la red de carreteras del Estado (incluidas las trece jóvenes del accidente del autobús en Tarragona). Han sido siete más que en 2015.

23 accidentes en gipuzkoa La directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Garbiñe Sáez Molinuevo, valoró ayer que no haya ningún fallecido y agradeció la “actitud responsable y prudente” de los conductores en este periodo vacacional. Durante la operación especial de Semana Santa, se han registrado 55 accidentes: 12 en Araba, 20 en Bizkaia y 23 en Gipuzkoa. El balance es favorable respecto a 2015, cuando se registraron 85 accidentes en la CAV y 35 en Gipuzkoa. En 13 de los accidentes de este año resultaron heridas 21 personas (solo una grave), mientras que 32 se saldaron sin daños personales, según el balance de la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco.

El tráfico se redujo un 0,66% en las carreteras vascas y solo se apreció un aumento en el nudo de Armiñón (+1,07 %), en Araba, pero en la A-8, en el límite con Cantabria, uno de los puntos conflictivos, la circulación bajó un 2,39% en Jueves Santo.

En cuanto a las retenciones, en la frontera con Iparralde, en sentido Irun, el miércoles llegaron a registrarse colas de hasta diez kilómetros en la AP-8, algo inusual en años anteriores. Hay que tener en cuenta, no obstante, que en el peaje no se abrieron todas las cabinas.

Según Lakua, la fase de retorno ha sido más escalonada y no se han producido retenciones importantes, si bien el martes por la tarde hubo colas de hasta 2 kilómetros en la A-15, en sentido Irun, a la altura de Villabona. 200 agentes de la Ertzaintza han participado en el dispositivo especial de tráfico de Semana Santa.