donostia - El colectivo de médicos que trabaja en Osakidetza es uno de los más envejecidos del Estado. Más del 60% de los profesionales colegiados en la comunidad autónoma vasca -que cuenta con cerca de 5.800 galenos- tiene entre 45 y 64 años. Con este panorama, el relevo generacional está en el alero y en algunas especialidades como la de pediatría, la penuria es extrema. También se ha encendido la luz roja en otras ramas, entre ellas, medicina de familia y comunitaria o anestesiología y reanimación. Se da la circunstancia de que en el segmento donde ejercen más facultativos, el de médicos de familia, más de la mitad de la plantilla está entre los 50 y los 59 años de edad. “Aquí las carencias van a surgir en pocos años de forma muy acusada”, indica Agustín Gutiérrez, secretario del Sindicato Médico de Euskadi en Gipuzkoa.
Cosme Naveda, presidente del Colegio de Médicos de Bizkaia, detecta también el déficit con toda claridad. “Nos vamos a jubilar muchísimos en pocos años y no va a haber médicos. Y probablemente vaya a haber que importarlos, cuando ahora los estamos exportando. Además, médicos formados magníficamente, y vamos a tener que recurrir luego a traerlos de fuera”, sentencia, recordando que “los recursos humanos son la piedra angular de los sistemas de salud”.
Para Agustín Gutiérrez, “estamos hablando de que el número de jubilaciones está siendo progresivo y va in crescendo”. “Este 2016 y 2017 serán dos años críticos, con 199 y 195 retiros, según las propias previsiones de Osakidetza, aunque la realidad de las jubilaciones ha sido hasta ahora algo superior a las estimaciones”, apunta.
4,3 médicos por mil habitantes Con estos dígitos, el envejecimiento de la plantilla se perfila como uno de los mayores problemas del Servicio Vasco de Salud, aunque en el ranking estatal de número de médicos asistenciales, Euskadi se encuentra posicionada hacia la mitad de la tabla con un ratio de 431,85 facultativos por cien mil habitantes, unos 4,3 médicos por mil habitantes. Por encima de la media estatal pero por debajo de comunidades como Aragón, Navarra o Cantabria. Sin embargo, más de la mitad supera los 50 años, según reflejan los datos de profesionales sanitarios colegiados de 2014 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con estos porcentajes tan abultados de facultativos veteranos, los profesionales que están a punto de colgar la bata en Euskadi suponen un volumen muy elevado. Más de mil médicos, 892 enfermeras y 765 auxiliares de enfermería cumplirán a lo largo del próximo lustro 65 años.
No hay que olvidar que Osakidetza es el principal empleador de Euskadi, al contar con una plantilla de 33.000 personas: 28.000 profesionales son fijos y forman parte de la plantilla estructural y el resto son eventuales. Más de la mitad del personal fijo son médicos de familia, pediatras y especialistas, enfermeras y auxiliares de enfermería. Así, un total de 1.023 médicos, casi uno de cada cinco de los facultativos, cumplirá 65 años en el periodo 2015-2019.
Eso sí, no todos ellos se jubilarán de forma automática, ya que el Plan de Recursos Humanos permite que se mantengan activos hasta los 67 años (70 años para aquellas plazas vinculadas a la Universidad). Y es que un acuerdo entre el Sindicato Médico de Euskadi y Osakidetza dio luz verde a un nuevo plan de ordenación que contempla la posibilidad de prorrogar voluntariamente la permanencia activa en el servicio hasta los 67 años. Un planteamiento para que los profesionales que así lo deseen puedan prorrogar voluntariamente su continuidad hasta los 67 años. En caso contrario, se mantiene la posibilidad de acceso a la jubilación a los 65, mientras que quienes ejerzan una labor docente en la Universidad del País Vasco pueden mantener su actividad hasta los 70.
“Se aprobaron simultáneamente dos cosas”, matiza Gutiérrez. “A nivel central se abrió la posibilidad de jubilarnos a los 63 años con reducción salarial y simultáneamente en Osakidetza se pactó, como solución intermedia, la de prolongar la jubilación hasta los 67”. “Antes, la jubilación legal era a los 65 y la voluntaria a los 70”, indican desde el Sindicato Médico de Euskadi.
merma económica Sin embargo, hoy en día más de 150 galenos continúan trabajando para el Servicio Vasco de Salud a pesar de haber cumplido ya la edad teórica de jubilación. Porque el retiro de la plantilla médica no es un asunto menor. Muchos de ellos quieren continuar en activo, no solo por su deseo de seguir ejerciendo una carrera que conlleva una larguísima preparación, sino porque la cuestión económica juega un papel esencial. De hecho, uno de los motivos que lleva a algunos facultativos a prolongar su vida laboral en la red pública es porque la jubilación supone una importante reducción de los ingresos. Los honorarios que factura un médico en Euskadi son elevados. No en vano es la segunda comunidad con los sueldos más altos ya que el salario medio de un facultativo de Osakidetza -guardias y antigüedad incluidas- puede rondar los 60.000 euros al año. Por el contrario, la pensión máxima está establecida en torno a los 2.500 euros brutos al mes.
En el resto del Estado, se calcula que los médicos pierden de media un 35% de poder adquisitivo cuando dejan de trabajar, según se desprende de los datos analizados por Previsión Sanitaria Nacional (PSN), procedentes de más de 1.200 simulaciones realizadas con su calculadora de jubilación.