Madrid -Más de doce millones de niños procedentes de 46 países han visto mejorada su educación gracias a la campaña Peluches para la Educación de Fundación Ikea, puesta en marcha en 2003, y en la que colaboran Save the Children y Unicef, según han informado las entidades organizadoras.

La campaña ha contribuido con 88 millones de euros a ambas ONG para que los niños más vulnerables del mundo puedan acudir a la escuela. De estos, más de 425.000 euros proceden de acciones emprendidas durante este año en las tiendas que Ikea tiene en la Península. Los fondos también han ayudado a la formación de profesores, a proporcionar material educativo y a mejorar los sistemas de protección a los niños en escuelas y comunidades.

El director general de la Fundación Ikea, Per Heggenes, informó de que "la educación es el camino más firme para salir de la pobreza" y que "todos los niños tienen derecho a ella", aunque todavía haya "demasiados a los que no les llega". "La colaboración con Unicef y Save the Children nos ha permitido invertir en mejorar la calidad de la educación en algunas de las comunidades más pobres del mundo -continuó Heggenes-. Estamos muy agradecidos a los clientes y colaboradores de Ikea, que han trabajo duro para hacer realidad este derecho para más de doce millones de niños". En el caso de la colaboración con Unicef, los fondos de la Fundación Ikea han ayudado a que esta ONG proporcione en Etiopía una educación básica a los niños de comunidades rurales agrícolas. Según indicó la entidad, este modelo de escolarización flexible ha tenido tanto éxito, que el Gobierno de Etiopía lo ha lanzado en todo el país.

En China, los fondos de la Fundación han ayudado a desarrollar centros de primera infancia para niños desfavorecidos de determinadas comunidades rurales. El impacto de estos centros en la vida de los niños ha contribuido a la decisión del Gobierno de China de universalizar la educación preescolar, según informaron las entidades. Por otro lado, Save the Children, con ayuda de la Fundación Ikea, ha trabajado en 17 países de Asia y Europa para proporcionar oportunidades educativas a niños sin escolarizar, mejorar el entorno educativo y formar a los profesores en métodos educativos inclusivos y centrados en los niños.

En países como Bangladesh, Filipinas y Vietnam, Save the Children, en colaboración con las autoridades educativas y organizaciones de la sociedad civil, ha apoyado la reforma de la política y de las prácticas que aseguran que los niños de las minorías aprenden en un lenguaje que comprenden. Aunque la campaña Peluches para la Educación haya finalizado, la Fundación Ikea seguirá colaborando con Unicef y Save the Children a través de becas para la educación, cuidados y desarrollo en la infancia, protección a los niños y la adolescencia, y respuesta humanitaria en Europa, África y Asia. - Europa Press