La sobresaliente temporada que viene completando el Sanse se adentra este fin se semana en su fase decisiva, un play-off de ascenso que en ningún caso hará a los potrillos bajar nota y durante el que estos sí optarán, mientras, a poner a la campaña una guinda en forma de matrícula de honor. El filial realista debe superar dos eliminatorias a doble partido para subir a la categoría de plata, y la primera de ellas arranca el domingo (19.00 horas) en el campo del Mérida. Mientras los ahora dirigidos por Iosu Rivas han concluido la liga terceros de su grupo, el cuadro extremo lo ha hecho cuarto en el suyo, de ahí que el encuentro de vuelta, el próximo día 8, se dispute en tierras guipuzcoanas, muy posiblemente en Zubieta y no en Anoeta.
El orden de los encuentros no significa la única ventaja para el Sanse, que se beneficiaría de un hipotético empate en la eliminatoria después de 210 minutos (dos partidos más prórroga). En caso de que la ronda llegara igualada a esa instancia, no habría tanda de penaltis y el segundo equipo txuri-urdin se clasificaría para la segunda y decisiva ronda. En ella se mediría al vencedor del duelo entre el Murcia y el Gimnàstic, interesando en clave blanquiazul que avancen los catalanes: esa condición ventajosa frente al Mérida se mantendría contra los de Tarragona (quintos de grupo), mientras que se tornaría desfavorable ante el propio Murcia (segundo de grupo).
Un refuerzo... y una baja
El realista es el único filial que opta a ascender a Segunda, significando su condición un arma de doble filo. En clave positiva, hay que destacar que Iosu Rivas recupera para estas próximas semanas a Arkaitz Mariezkurrena, quien baja desde el primer equipo en una circunstancia que no se dará con Pablo Marín (va a al Europeo sub-21) ni con Jon Martín (competirá en el Europeo sub-19). Precisamente la disputa de estos torneos internacionales protagoniza el factor negativo, pues el portero titular de los potrillos, Aitor Fraga, ha sido igualmente incluido en la convocatoria de la sub-21. Aún hay esperanzas de que pueda ser liberado para jugar este domingo en Mérida, pero todo apunta a que el zarauztarra Egoitz Arana debería jugar el resto de encuentros por el ascenso, uno o tres.
Con unos o con otros, el Sanse se enfrenta al que es su sexta promoción a Segunda de la era moderna, si es que cabe incluir en esta época a la ya lejana liguilla de ascenso de 1991. Entonces, la generación de los Imanol Alguacil, Bittor Alkiza, Luis Pérez o Andoni Imaz, con Periko Alonso en el banquillo, se quedó a las puertas de subir, algo que se repitió después en 2006, 2018 y 2023. La referencia de éxito, mientras, nos obliga a rebobinar sólo cuatro años, hasta 2021, para dar con aquellos dos partidos en Almendralejo, a las órdenes de Xabi Alonso y en los que los potrillos doblegaron consecutivamente a Andorra y Algeciras.
El ascenso de 1960
El Sanse subió así a Segunda para vivir una efímera tercera campaña en la categoría de plata, después de las vividas entre 1960 y 1962. Aquella estancia del filial txuri-urdin en el segundo escalón del fútbol estatal respondió también, lógicamente, al éxito logrado durante la promoción previa, una serie de eliminatorias que, igual que en la actualidad, exigieron a los blanquiazules superar dos eliminatorias a doble partido. Primero apearon a la Unión Deportiva Amistad (denominación de la época para el filial del Zaragoza) tras ganar a domicilio (0-1) y empatar en Donostia (1-1). Y después superaron al Figueres catalán en la ronda definitiva, ganando 4-0 en el partido de ida y encajando un 4-2 en tierras gerundenses.
Así, el Sanse aspira a sumar a los pretéritos éxitos en el mismo Figueres y en Almendralejo un tercer ascenso, el fin de semana del próximo 21 de junio. Si termina sucediendo, ocurrirá en Murcia o en las instalaciones de Zubieta.
