En 1877, Heraclio Fournier, el profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria Emilio Soubrier y el pintor Díaz de Olano juntaron su talento para diseñar la Baraja Española, tal y como la conocemos, creando mucho más que un simple conjunto de cartas con el que entretenerse. Allí se gestó un símbolo lúdico —también cultural y artístico—, presente en la mayoría de los hogares, bares y txokos, que ha propiciado infinidad de partidas de mus, brisca, tute… y ha brindado, además, entretenimiento a los más ‘solitarios’.
Con motivo de dos importantes efemérides —el 155 aniversario de Fournier y el 250 aniversario de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria— ambas entidades han renovado su colaboración para crear una baraja conmemorativa, que fue presentada este miércoles en las instalaciones de la Escuela de Artes y Oficios y que contó con la participación de figuras institucionales y culturales como Ana del Val, diputada foral de Cultura; Diego Ruiz de Gauna, director de marketing de Fournier; Uxua García, directora de la Escuela de Artes y Oficios; y las diseñadoras de la baraja: Nuria Pérez, profesora del centro, y Blanca Garaluce, directora de arte de Fournier.
La gran celebración de este aniversario está prevista para este sábado 31 de mayo, en una jornada ideada para dejarse llevar por la magia de las cartas. Un evento abierto a toda la ciudadanía que se desarrollará en la Escuela de Artes y Oficios de la capital vasca y que incluirá actividades para todos los públicos: campeonato de mus, distintos talleres, una exposición de cartas gigantes y una tienda donde se podrá adquirir esta baraja conmemorativa, entre otras.
El sábado 31 abierto a toda la ciudadanía que se desarrollará en la Escuela de Artes y Oficios de la capital vasca y que incluirá actividades para todos los públicos:

Fournier, aliado del mus
Apoyo. Además de su compromiso con el arte y la cultura, Fournier continúa apostando por las tradiciones que forman parte de nuestro ADN. De esta manera, y por segundo año consecutivo, la marca es uno de los patrocinadores del Campeonato de Mus organizado por Grupo Noticias, que actualmente se encuentra en pleno desarrollo en los cuatro territorios —Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra— y que celebrará su gran final los días 28 y 29 de junio en el Casino Bilbao Luckia. Una muestra más de la conexión de Fournier con el juego, la participación ciudadana y el arraigo cultural.
Una baraja que homenajea a las mujeres
La nueva baraja, con cuatro palos renovados, ofrece una mirada actual y rescata a las grandes protagonistas de la historia de ambas entidades. En este caso, los oros son sustituidos por la escayola, material que representa el mundo clásico y del pensamiento. Entre las figuras destacadas se encuentran Daría Imbert que fue la primera mujer en dar clase en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria sustituyendo a su padre; Laura Martínez de Marigorta, primera profesora en ser contratada para dar clase en corte y confección y Ángela Echebarria, primera profesora del ámbito artístico.
En la nueva baraja no hay copas sino ovillos que actúan como símbolo del mundo textil, una disciplina artesanal que históricamente se ha vinculado con las mujeres. El palo representa a las alumnas, caracterizadas en talleres de dibujo de adorno, mercantil y corte y confección. Poder acceder a la educación fue un requisito fundamental para el desarrollo de la mujer y para poder optar a puestos de trabajo cada vez más especializados. Parte del alumnado femenino trabajaba en Fournier y a la vez se formaba en la Escuela de Artes y Oficios.
Las espadas viran en esta ocasión hacia los rodillos hechos de metal, elemento químico indispensable para la industria. Esta maquinaria era utilizada y cuidada por las naiperas en la fábrica de Fournier. En esta nueva baraja se representa de manera anónima la ayudante administrativa, la responsable del control de calidad… El desarrollo industrial fue determinante para que las mujeres alcanzaran autonomía económica y social, ofreciendo una oportunidad para sacar adelante sus familias y optar a cargos específicos gracias a la formación recibida.
Finalmente, los bastos tradicionales están reemplazados por la madera, como símbolo del mundo terrenal y haciendo un guiño a aquellas mujeres que, aún perteneciendo a una clase acomodada, propiciaron el desarrollo de las mujeres y su formación. De esta manera tienen su representación una artesana que ayudó económicamente a la reapertura de la escuela, también las Marquesas de Alameda y Montehermoso, muy conocidas por organizar tertulias, así como Nieves Partearroyo y su fundación de bibliotecas.