legasa - El caso Indart, la misteriosa desaparición y hallazgo del cuerpo sin vida en la sima Legarrea de Gaztelu del joven navarro José Ignacio Iñaki Indart Ariztegui, de Legasa (Bertizarana) dio anteayer y ayer un vuelco inesperado pero quizás no tan insospechado, tras la detención por la Policía Foral de cinco personas, una de ellas el padre José Antonio Indart, que fueron trasladadas a la comisaría de Altsasu, aunque cuatro después de serles tomada declaración fueron puestas en libertad sin que se conozca bajo qué condiciones.
El padre es el único que continúa detenido y ayer efectivos de las policías Foral y Judicial registraron el domicilio de la familia y reconstruyeron el posible traslado del cuerpo ya sin vida del joven a la tristemente célebre sima de Legarrea, en la vecina localidad de Gaztelu. Los vecinos de Legasa, y en general todos los de la cuenca del Bidasoa, se vieron conmocionados ante el nuevo desenlace de los acontecimientos, sobre los que está declarado el secreto del sumario y no resulta fácil obtener detalles de la investigación desde fuentes oficiales, a salvo de los comentarios vecinales y la expectación que reina en torno a la detención del padre de Jose Ignacio Indart, Iñaki para la familia y los amigos. En algunos círculos vecinales y de Doneztebe, localidad cercana a Legasa, se comentaba que “se confirman las especulaciones, aunque yo no te he dicho nada”.
Iñaki Indart tenía 25 años cuando desapareció en 2008 y pertenecía a una familia de ganaderos muy conocida en la comarca, poseedora de unos ejemplares de vacuno y caballar de altísima calidad con los que arrasaba y copaba los premios de los certámenes a los que concurría. El joven fue visto por última vez sobre las 6.30 horas del día 9 de marzo de 2008, después de salir a cenar con sus amigos. - L.S./ J. M./ Fotos: Ondikol