ourense - Un hombre de 75 años mató ayer presuntamente a su mujer, de 66, a cuchilladas, cuando estaba ingresada en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense por una agresión anterior. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana de ayer en el centro hospitalario donde se encontraba ingresada la mujer, María Isabel S., que padecía una grave lesión cerebral por una agresión que sufrió el pasado mes de abril, supuestamente causada también por su marido, Aniceto R.

La víctima permanecía ingresada desde el pasado 3 de abril después de haber sufrido una paliza en su casa de la localidad de Pazos-Verín. Entonces, el hombre denunció que habían entrado en su domicilio y habían herido a su mujer, suceso por el que tuvo que ser hospitalizada.

Ayer, al parecer, el hombre entró a primera hora de la mañana en la habitación y acuchilló a su mujer y posteriormente se autolesionó con el mismo cuchillo, “tratando de quitarse la vida”, según fuentes policiales, por lo que fue necesario intervenirle quirúrgicamente y se encuentra grave. La Guardia Civil de Ourense, que asumió la investigación del suceso de abril, halló indicios de un caso de violencia de género por el que estaba siendo investigado el marido. Sin embargo, el hombre no tenía orden de alejamiento. Respecto a posibles denuncias, un portavoz policial señaló que la Policía tampoco tiene constancia de que se hubieran solicitado medidas de protección especial.

El Pleno del Ayuntamiento de Ourense guardó, con los ediles en pie, un minuto de silencio contra la violencia machista. El alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, que también expresó su condena por estos hechos, manifestó su “sorpresa” y apuntó que nada hacía sospechar del hombre en la localidad. “Tenía un carácter modélico, no daba esa sensación”, insistió Jiménez Morán, quien resaltó que no había constancia de problemas entre marido y mujer. Ambos vivían solos en su domicilio de Pazos y él tenía una hija de un matrimonio anterior.

Posteriormente al trágico suceso, un centenar de profesionales sanitarios se concentraron frente al hospital para expresar su condena por esta muerte. De forma espontánea, el personal sanitario se reunió a las puertas del centro y guardaron cinco minutos de silencio para condenar lo sucedido. Una trabajadora, Asunción Maus, enfermera del servicio de Urgencias, relató que la mujer llevaba ya varios días en planta. En el momento de los hechos, se encontraban en planta dos enfermeras y dos auxiliares de enfermería. Según pudo saber Efe, al entrar en la habitación, una de las enfermeras se encontró a la mujer ensangrentada. Mientras, un guardia de seguridad consiguió reducir al supuesto agresor, que se autolesionó.

Preguntada por los protocolos que se siguen en estos casos, indicó que en este en concreto no estaba tipificado un posible caso de violencia de género. “No hay ningún tipo de control de quién está acompañando a cada paciente en cada momento” ni sobre “quién accede al hospital”, subrayó. - Efe

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