Las Plumas (Argentina). Un peón rural encontró hace un año por casualidad, en la provincia argentina de Chubut (sur), cerca de la localidad de Las Plumas, un fémur de 2,40 metros de longitud, perteneciente a un dinosaurio que llegaría a pesar casi 100 toneladas, lo que le convierte en la especie más grande del mundo hasta ahora conocida. Se trata de un dinosaurio herbívoro de la familia de los saurópodos que vivió hace unos 100 millones de años. Después de varios meses de trabajo, los investigadores del museo paleontológico chubutense Egidio Feruglio lograron recuperar el ejemplar en muy buen estado. Allí, los especialistas encontraron casi todo el cuello y gran parte del dorso del animal, la mayoría de las vértebras de la cola y miembros anteriores y posteriores, entre otros huesos.

El fémur es gigantesco "equivalente al de catorce elefantes africanos", dijo el investigador Pablo Puerta, del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF). Este excepcional descubrimiento no solo destaca por las dimensiones y cantidad de fósiles, sino también por su inusual estado de conservación", aseguran desde el museo. "En la fosa hay también restos de siete colosales dinosaurios herbívoros, posiblemente las mayores criaturas que anduvieron sobre la Tierra". Estos animales vivieron a finales de la era Mesozoica y desarrollaron formas verdaderamente gigantes. Se trata de dinosaurios saurópodos, caracterizados por su andar cuadrúpedo, con cuello y cola muy largos y un cráneo pequeño. Según los investigadores, los restos pertenecen a un grupo particular denominado titanosaurios, que incluye animales extremadamente grandes como el Puertasaurus, hallado en Santa Cruz, y el Argentinosaurus de Neuquén. Los primeros análisis realizados sugieren que la nueva especie habría alcanzado los 40 metros de longitud, 20 de altura, y entre las 80 y las 100 toneladas de peso. "Es como dos camiones acoplados, uno detrás de otro", dice José Luis Carballido, especialista en dinosaurios del MEF. "Es un verdadero tesoro paleontológico", agrega. Además, entre los restos había más de 60 dientes de dinosaurios carnívoros de gran tamaño. La presencia de los siete ejemplares adultos juntos, y el tipo de ambiente reconstruido, indicaría que los animales murieron en el mismo sitio del hallazgo. En el sitio se hallaron también restos de plantas, incluyendo grandes troncos e improntas de hojas que revelan un paisaje patagónico muy diferente al actual. Las muestras indican que entonces había enormes árboles con estratos más bajos ricos en plantas con flor. Este es el segundo hallazgo de un dinosaurio dado a conocer esta semana en Argentina, después de que el Consejo Nacional de Investigaciones presentase el jueves los restos de un saurópodo diplodócido que los científicos sitúan como el primero encontrado en Sudamérica y el único en el mundo.