donostia - Los puertos vascos reciben durante estos días cientos de toneladas de verdel capturadas por los barcos de la flota de bajura. Los arrantzales aprovechan la llegada de grandes cardúmenes de esta especie procedentes de las gélidas aguas del norte de Europa para proceder a su captura. Se trata de una pesquería con una marcada estacionalidad, toda vez que los verdeles permanecen durante apenas dos meses en las aguas del Golfo de Bizkaia para posteriormente continuar su periplo migratorio hacia el oeste.
A pesar de tratarse de una especie con notables propiedades para la salud, solo una pequeña parte del verdel descargado en Euskadi se destina al consumo en fresco. Grandes cantidades de este escómbrido son utilizadas como alimento para los atunes de las granjas de engorde instaladas en el Mediterráneo. Asimismo, el verdel es empleado como cebo en los palangres de los buques gallegos que faenan en el Atlántico a la pesca de pez espada y grandes atunes.
La caballa o verdel (scomber scombrus) siempre fue considerada una especie de segunda categoría frente a otros pescados como la merluza, el besugo, la anchoa, el bonito, etc. En los últimos años, sin embargo, la pesquería del verdel ha adquirido una notable relevancia durante los primeros meses del año y el reparto de la cuota asignada al Estado español ha suscitado serias controversias entre las flotas de las distintas comunidades del Cantábrico.
ECONÓMICO El verdel presenta una serie de características que lo hacen muy atractivo para el consumo en fresco. Se trata de un pescado muy asequible económicamente. El precio en lonja del pescado descargado este año en los puertos vascos se ha situado por debajo de los 80 céntimos. Además, durante los últimos días la masiva entrada de pescado en todos los puertos del Cantábrico ha provocado un notable descenso en la cotización, circunstancia que ha llevado a los pescadores a suspender la pesquería hasta hoy.
Por otra parte, difícilmente se puede encontrar un pescado más fresco que el verdel. Los arrantzales lo capturan a muy pocas millas de la costa vasca y el lapso de tiempo que transcurre desde la muerte del pescado hasta su comercialización es de apenas una horas. Por último, se trata de un alimento rico en ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, ayuda a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos y presenta un alto contenido en fósforo y yodo. Una auténtica joya.
Numerosos camiones parten diariamente desde los puertos vascos hacia los grandes mercados del sur y este de la península. Asimismo, el verdel vasco también es consumido en fresco por ciudadanos de países del Mediterráneo como Italia y Grecia, donde es muy apreciado. El pescado es transportado en cajas con agua salada y hielo. Otro de los mercados de verdel, congelado en este caso, se localiza en los países del este de Europa. Por otra parte, cuando los arrantzales eligen unos verdeles para llevárselos a casa, aprietan en la panza del pez para saber si es macho o hembra y llevarse las huevas. Se trata de un producto muy apreciado en los pueblos de la costa y también se puede hallar en conserva. En el sur de la península no solo se aprovechan las huevas de este escómbrido. Los letones o líquido seminal de los machos también se ofrecen a la plancha o rebozados e incluso hay empresas que los comercializan en conserva.