EL jardín botánico de Iturraran, en el Parque Natural de Pagoeta, entre las localidades de Orio y Aia, albergó ayer la primera jornada de la XI Feria de Plantas de Colección, un certamen que se cerrará hoy. Medio centenar de viveristas, muchos de ellos llegados desde fuera del territorio, se dan cita en Gipuzkoa para presentar sus colecciones, aprovechando dos días que ya se han convertido en todo un clásico entre las familias del entorno.

Y es que es este el público que en mayor medida se acercó ayer a Pagoeta para conocer de primera mano las últimas novedades. Padres e hijos disfrutando de la jornada pese al lluvioso clima, y divirtiéndose sobre todo con la curiosidad de los más pequeños. Era el caso de Oier y su hermano Aritz, dos jovencísimos zarauztarras para los que los ejemplares de plantas carnívoras que había en la exposición eclipsaban todo lo demás. Tras atender a las explicaciones de su aita, primero se mostraron algo asustados. Fueron acercándose a las plantas poco a poco, con miedo. Y finalmente no había quien pudiera alejarles de la zona.

adquisiciones estrella

Rosas y orquídeas

Pero además de la gente que se acercó al jardín de Iturraran a pasar la mañana, también hubo quienes optaron por aprovechar y hacer compras para adornar sus domicilios. Fue el caso de Manoli, una tolosarra que, según confiesa, acude a la cita todos los años junto a su marido y que volvió a casa con rosas y orquídeas en el maletero de su coche. No se trata de ninguna casualidad, ya que son las plantas que cuentan con más adaptación.

Y es que, pese a la variedad de especies, el público sigue mostrándose bastante tradicional a la hora de escoger sus adquisiciones. En cualquier caso, existe variedad para elegir, suponiendo una buena prueba de ello la dispar procedencia de los exponentes. Además de guipuzcoanos, también los había del resto de Euskadi, de Galicia, de Francia en un nutrido número, e incluso de Estados Unidos.

para el restaurante

Comprar género

Otra de las opciones para los asistentes consistía en comprar con una finalidad bien distinta, la gastronómica. Y es que entre cactus, magnolias y plantas ornamentales, también había sitio para las hortalizas o para los tomates. "El género es bueno y no es el primer año que venimos. Unas veces volvemos con más compra y otras con menos, pero siempre aprovechamos para probar", señalaban los empleados de un céntrico restaurante de Donostia.

La feria tendrá continuidad durante la jornada de hoy, en horario de 10.00 a 18.00 horas. La entrada para mayores de doce años cuesta cuatro euros, e incluye el desplazamiento en autobús desde los aparcamientos habilitados en Aia y Txurruka hasta el acceso al recinto. Sin embargo, las plantas no supondrán el único atractivo del día, ya que en la plaza de Aia se han organizado distintas actividades complementarias. Habrá talleres y puestos de exposición, con artículos relacionados con el mundo de la vegetación, y también de materias bien distintas, como la automoción, bicicletas o la ropa deportiva.

Las previsiones hablan de una jornada mucho más apacible en lo meteorológico, lo que hace concebir esperanzas de que la asistencia supere la registrada ayer. En cualquier caso, si algo quedó claro es que la lluvia amedrentó a muy poca gente.