Donostia. "Esto es imposible de dominar, va a peor". Con esta breve frase resume Julián Urkiola, presidente de la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa, la invasión de avispas asiáticas o asesinas que han devorado las abejas de decenas de colmenas del territorio guipuzcoano.
Este insecto se ha extendido ya por toda Euskadi, pero su presencia resulta masiva en el este de Gipuzkoa, en concreto, en las comarcas de Donostialdea, Bidasoa y Oarsoaldea. Los daños son de tal magnitud que dos de cada diez productores de miel de esos lugares guipuzcoanos cesarán en su actividad , según le consta a Urkiola.
En esas tres comarcas, la agrupación de apicultores cuenta con un centenar de socios (en total son unos 500), de los que una veintena ya han expresado su intención de abandonar la actividad por la acción de las avispas asesinas. "Son personas mayores que lo van a dejar y, si esta situación mejora, ya no volverán a criar abejas", razona el portavoz de la asociación de mieleros guipuzcoanos.
Urkiola calcula que, en su caso, el crecimiento de la población de las voraces avispas ha pasado del año pasado a este de una proporción de 10 a 1.000. "Son cifras alarmantes", lamenta este hombre, quien recuerda el relevante papel de las abejas para mantener la armonía vegetal, mediante el transporte de polen que hace posible la producción de semillas y frutos.
La preocupante realidad de los apicultores se refleja también en el número de nidos retirados por los bomberos y los guardas forestales desde que comenzaron esta labor el 29 de mayo de este año.
destrucción Hasta la fecha han destruido 657 avisperos, lo que se ha convertido en el motivo principal de sus desplazamientos. De entre todos ellos, los bomberos han retirado o destruido 491 nidos, y los guardas forestales 166, en lugares inaccesibles para aquellos. A esos datos habría que añadir los correspondientes a los bomberos de Donostia, cuyas cifras no se conocen por el momento. "Las peores previsiones se han cumplido y la expansión de la avispa asiática ha sido rápida y extensa en Gipuzkoa, aunque más pronunciada en Bidasoaldea y Donostialdea, ya que ha llegado desde Francia hasta nosotros", señalaron ayer desde el Departamento foral de Innovación, Desarrollo Rural y Turismo.
Por localidades, los guarismos resultan muy descriptivos sobre el asentamiento y consolidación de los dañinos insectos en algunos municipios. Es el caso de Oiar-tzun, donde se ha retirado 191 nidos, Irun (165), Hondarribia (99), Errenteria (58) y Lezo (39). En Donostia tampoco se libran de la dañina avispa, ya que en su término se han retirado 33.
Según las últimas comprobaciones de la Diputación de Gipuzkoa, actualmente los nidos están vacíos o contienen muy pocas larvas, a causa del ciclo biológico de este insecto y de las temperaturas invernales. El próximo año, las avispas fecundadas que logren sobrevivir al invierno formarán un nuevo nido, ya que no acostumbran a utilizar los del año anterior.
Mientras tanto, las avispas fecundadas pasan el invierno en un lugar oculto, como el tronco de un árbol, o bajo tierra.
Con la llegada de la primavera comenzarán a multiplicarse y a poner en peligro, nuevamente, cientos de panales. Su fortaleza les permite que 30 de ellas puedan acabar con 30.000 abejas a un ritmo de 40 por minuto.