Donostia. AUNQUE el debate emerja ahora, como casi siempre a rebufo de actos violentos, impactantes e incluso mortales, hace ya tiempo que algunas voces venían solicitando elevar la edad mínima legal de los adolescentes, que en el Estado español es de 13 años, para que puedan mantener relaciones sexuales consentidas con un adulto. La misma regulación permite también el matrimonio a los 14 años con permiso judicial. Estas dos edades son de las franjas más tempranas de toda la legislación mundial.
El caso de Almudena, la niña de 13 años recientemente asesinada en El Salobral (Albacete), que mantenía una relación sentimental con su asesino confeso, Juan Carlos Alfaro, de 39 años, ha despertado de nuevo la discusión.
Las crónicas nos cuentan que mantenían una relación íntima y que él la mató cuando ella le abandonó. La madre de Almudena llora de profunda pena por su hija y de impotencia por la infinidad de ocasiones en las que intentó sin conseguirlo, alejar a su pequeña de Juan Carlos por la vía legal. Lo hizo mediante denuncias ante la Guardia Civil. Sin embargo, nadie hizo nada. Almudena tenía 13 años y la relación era consentida. Todo legal.
Varias ONG de protección a la infancia, como Unicef y Save The Children, y expertos en psicología jurídica, como Javier Urra, vienen solicitando al Gobierno que reabra el debate de la edad de consentimiento para evitar los abusos sexuales a menores. Su recomendación es que la edad se suba hasta los 15-16 años, equiparándola a los demás países de nuestro entorno.
eN ESTUDIO La Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, anunciaba hace unos días la posibilidad de estudiar la adopción de medidas para mejorar la protección de los menores de edad en el ámbito de las relaciones sexuales y el matrimonio. Estas medidas podrían incorporarse en el próximo Plan para la Infancia y la Adolescencia (PENIA 2012-2015), cuyo contenido definitivo está previsto se apruebe antes de fin de año.
A pesar de ello, el Gobierno de Rajoy niega rotundamente que el crimen de Albacete sea el motivo por el cual se ha puesto en estudio la posibilidad de subir este límite legal de 13 a 16 años para situarlo así en la media europea.
Aunque la trágica muerte de Almudena haya reavivado la discusión, no todos los especialistas se ponen de acuerdo sobre la reforma del Código Penal para que recoja la elevación de la edad. En lo que sí coinciden de forma unánime es en la necesidad de destinar más inversiones a prevención y formación. Y también en solicitar una actitud más receptiva hacia los adolescentes.
Javier Urra, doctor en psicología y enfermería, fue en 1996 el primer defensor del Menor del Estado español. Si por él fuera se aprobaría la medida de inmediato. Su mediación logró que la edad de consentimiento se subiera de 12 a 13 años. "Algo del todo insuficiente; sí, fue un paso, pero muy escaso", explica a este periódico.
Este especialista en psicología jurídica recuerda que tras entrevistarse con los grupos políticos y exponerles las razones para elevar la edad, todos estuvieron muy de acuerdo con la iniciativa, pero nadie quiso mojarse en este tema. ¿Por qué? "No querían limitar la libertad a los jóvenes". "Una idea falsa, porque a los menores no se les permite conducir hasta los 16 años, ni votar hasta los 18 años y hasta para tatuarse o abortar precisan un permiso paterno-materno hasta los 16 años".
Urra, presidente de la Red Europea del Defensor del Menor y psicólogo de la Fiscalía de Madrid sigue defendiendo que hay que aumentar la edad de consentimiento como mínimo hasta los 15 años. Se basa en la Psicología evolutiva. "Hay niños que con 13 años están muy desarrollados físicamente, que se apasionan, pero que no son capaces de valorar las consecuencias de su relación con un adulto. Una niña de 13 años puede ser biológicamente madura, puede quedarse embarazada. También puede enamorarse y hasta seducir; sin embargo, no es madura, emocionalmente continúa siendo una niña", añade.
DESARROLLO EMOCIONAL Según Urra, un ser humano no se desarrolla emocional y moralmente hasta los 21 años. "Los lóbulos frontales se están formando hasta los 21 años. A esa edad es cuando una persona alcanza de verdad la madurez emocional. Otra cosa es la jurídica a la que se llega con 18".
El psicólogo recuerda como en bajito que algún que otro diputado le ha dicho que no quieren subir la edad porque estarían privando a los jóvenes de un derecho. "Personalmente pienso que es un error, porque nadie ha dicho que no tengan relaciones entre iguales, aunque a mí, que chavales con 13 años tengan relaciones completas me parece un poco precipitado, pero ahora no entro a valorar esto".
De lo que sí habla Urra es de que un adulto no tiene una relación de igualdad con un niño/a de 13 o 14 años. De hecho, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia, que acaba de hacerse pública, va en la línea de lo apuntado por el ex defensor del Menor "Aunque la ley lo permita, acaba sancionando al adulto porque entiende que hay un abuso de poder", explica.
debate social Hay quien pide, como el ginecólogo bilbaino Jose Luis Neyro, experto en redes sociales y divulgador médico, que se abra un debate de forma serena y eficiente y no se modifiquen las normas o se legisle en caliente. "Cambiar las leyes sobre una urgencia es un error; los casos como el de la pequeña Almudena son puntuales". A su juicio, lo verdaderamente preocupante es que el número de embarazos entre adolescentes continúe creciendo cada año, a pesar de la tonelada de información que tienen los chicos y las chicas para evitarlos.
Neyro cree que algo se está haciendo mal con los adolescentes. "Además, hay un corriente entre los chicos y chicas que no ligan sexualidad con embarazos no deseados: Creen que al tener 14-15 años no pueden ser madres". ¿Por qué sucede esto? "Los adultos hemos banalizado la sexualidad y la información que se transmite a los jóvenes es parcial, sesgada e inexacta". Para este especialista, los cambios legislativos no van parejos a los sociológicos. "Éstos requieren debates sociales en los que se impliquen tanto las autoridades sanitarias como las educativas. Se trata de informar mejor a los jóvenes sobre los aspectos positivos, pero también de los negativos que pueden tener las relaciones sexuales. El debate no debe centrarse en castigar penalmente a los que tienen relaciones con menores. Si es así se llenarán las cárceles de gente", sentencia.
En esta misma línea, Isabel Serrano, ginecóloga y activista de la plataforma "decidir nos hace libres.org", que aglutina a asociaciones de todo el Estado, considera que no se precisa una edad legal y penal porque es algo extraordinario encontrar a menores de 14 años que hayan mantenido relaciones sexuales consentidas con adultos. "Además, penalizar con leyes de cárcel no resuelve el problema; no cambiará las conductas de la gente".
para atrás Para Serrano esta iniciativa surge en plena campaña del actual Gobierno del PP para dar marcha atrás a los derechos sexuales. "Todo lo que tiene que ver con la libre decisión de las mujeres les revuelve. Les da sarpullido. La libertad sexual es donde se encuentra la frontera entre el comportamiento progresista y el represivo. En todo lo que tiene que ver con la sexualidad -aborto, píldora del día después...-, este Gobierno tiende más a reprimir que a comprender".
Esta experta, con una larga experiencia en atención a adolescentes, cree que una legislación nueva no ayudará a nadie. "¿A quién penalizarán, al jovencito que ha tenido relaciones con otra niña?", se pregunta. A su juicio, las medidas tendrían que ir encaminadas a aumentar la capacidad de decisión de la gente joven, a una educación que les permita tener una relación de pareja de igualdad. "Legislar sobre algo extraordinario es crear un problema donde no existía. Las relaciones desiguales ya están penalizadas", afirma Isabel Serrano. "Además, una edad de consentimiento muy alta puede causar problemas a los propios adolescentes, por ejemplo ante casos de un chico de 18 años con una novia de 15, porque se podrían penalizar relaciones de tú a tù", zanja.
Una opinión no compartida por el ex Defensor del Menor y algunas terapeutas familiares, quienes advierten de que no se trata de escandalizarse por la diferencia de edad. En este sentido, Urra recalca que no se trata de penalizar a los adolescentes. "Nadie dice nada de los chavales de 14 años". Además, el psicólogo de la Fiscalía, por experiencia propia, no comparte la idea de que se traten de casos excepcionales. "Recibo multitud de llamadas, emails de padres agobiados; los casos no son anecdóticos. Éste es un problema que está ahí y ante el cual muchos padres se sienten desprotegidos".
“Hay que invertir en educación sexual”
“Cuando ocurre algo anecdótico que impacta a la sociedad, como el caso de la pequeña asesinada por el adulto con el que mantenía una relación, lo que se hace es cambiar la legislación. Como si con ello se arreglara el problema”, exclama la psicóloga Raquel Hurtado, para quien la solución no está en el endurecimiento de la legislación. “Todos los casos que se dan al año salen en los medios de comunicación; son extraordinarios”, subraya. En su opinión, aumentar la edad de consentimiento para mantener relaciones es contraproducente. “Las adolescentes tienen deseos, viven su sexualidad y se expresan. Lo vemos en las consultas, los talleres de educación sexual”. Esta especialista que trabaja en contacto con chicos y chicas aboga por enseñarles a gestionar mejor sus deseos, a que aprendan a negociar, a que digan lo que quieren o no. “Esto se hace a través de una herramienta llamada educación sexual. Pero los gobiernos no quieren invertir en ello”. Hurtado apuesta por llevar esta formación a los centros escolares. “Los profesores tienen muchos frentes educativos abiertos, pero se tendría que buscar fórmulas para incluir la educación sexual en las escuelas”. >N.L.
EN EUROPA
l En otros países de la UE. En Italia y Alemania la edad media para mantener relaciones sexuales consentidas se sitúa en los 14 años, mientras que en Francia se encuentra en los 15.
l Croacia. Mantiene en 18 la edad límite, que coincide con la mayoría de edad en el país.
l Unicef y Save The Children. Recomiendan al Gobierno que la edad se suba hasta los 14-15 años, equiparándola a los países de nuestro entorno.
l Defensor del Menor. El psicólogo Javier Urra, que fue el primero en ostentar el puesto en 1996, logró que la edad de consentimiento subiera de los 12 a los 13 años.
l En 2009. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) anunció en el Congreso la idea de subir la edad mínima de consentimiento a los 14 años.
LA CIFRA
13
l El Estado español. La legislación permite las relaciones de pareja desde los 13 años sin que implique abuso. Tiene la edad de consentimiento sexual más baja de Europa .
l Matrimonio. Las actuales leyes permiten el matrimonio a los 14 años con permiso judicial. El Estado es el país con dos de las franjas más tempranas de toda la legislación mundial.