Donostia. Un buen susto se llevó ayer el piloto de la avioneta que rompió un par de cables eléctricos con la rueda en la zona del monte Elatzeta, cercano al barrio de Ventas de Irun, dejando sin servicio a 960 personas, según concretó ayer a este periódico fuentes de Iberdrola. Afortunadamente, como especificaron desde el Departamento vasco de Interior, no hubo que lamentar heridos y, pese al incidente, la avioneta logró aterrizar "con normalidad" en el aeropuerto de Hondarribia.
El suceso tuvo lugar a las 12.40 horas, ya que fue en ese momento cuando SOS Deiak recibió una llamada del Servicio de la Diputación de Gipuzkoa alertando del incidente. No en vano, la avioneta había sido contratada por el Ejecutivo foral dentro de las labores de fumigación áerea de pinos que el departamento de Desarrollo Rural está llevando a cabo estos días en diversos puntos de Gipuzkoa para combatir la procesionaria.
vuelo bajo Para realizar esta acción, la avioneta tiene que volar a poca altura, lo que pudo ser el detonante para que acabara chocando con los cables a la altura del caserío Oiakineta, lo que causó un pequeño desperfecto en el ala del vehículo, pero que no impidió que siguiera volando hasta el aeropuerto de Hondarribia.
Fueron dos los cables que el avioneta cortó durante el vuelo, según confirmaron a este periódico fuentes de la Diputación de Gipuzkoa. Desde Iberdrola se explicó que, cuando los técnicos llegaron al lugar, se encontraron con ambos cables en el suelo.
Al principio, el incidente dejó sin luz a "960 clientes entre Irun y Oiartzun", aunque una hora después, los técnicos habían logrado que el 60% de los afectados recuperara el servicio y, en torno a las 15.00 horas, la normalidad había vuelto al 95% de los hogares.
Se da la circunstancia de que en los últimos días diversas asociaciones ecologistas se han mostrado muy críticas con esta campaña que está llevando a cabo la Diputación, a pesar de que el Ejecutivo foral utiliza como plaguicida la bacteria bacilus turigiensis, usada en la agricultura ecológica.
Críticas a la actividad No obstante, según denunció la organización ecologista Eguzki, el riesgo se produce por realizar una fumigación aérea masiva "sin ningún tipo de discriminación, alcanzando manantiales, cursos de agua, explotaciones agropecuarias, así como numerosas especies de flora y fauna salvaje".
Aparte de esta cuestión, es verdad que en los últimos días la presencia de las avionetas en Gipuzkoa ha llamado la atención de muchos ciudadanos, como ocurría el día anterior, por la tarde, en Elgoibar. Afortunadamente, el incidente de ayer no quedó más que en un buen susto para el piloto, que pudo llegar sano y salvo al aeródromo hondarribiarra, tal y como confirmaron desde la Diputación de Gipuzkoa.