bilbao. "Último día grande del veranooo!!!!, a ver qué tal acabamos#eneperi". El joven B.M. lanzaba el pasado viernes este mensaje a través de su cuenta de Twitter; un anuncio cargado de ilusión, que poco tiene que ver con el que fue después el triste fin de fiesta. B.M, de 17 años, y su pareja, M.F., una joven de 18, acudieron esa noche a las fiestas de Bakio en honor a San Joan Doloz, y hacia las 4.30 horas de la madrugada ambos resultaron heridos como consecuencia de las puñaladas que les asestó un asaltante cuya identidad aún se está investigando. Los hechos sucedieron en la carretera que une los municipios de Bermeo y Bakio, por el barrio San Pelayo, a la altura de la depuradora de aguas. El agresor se dio a la fuga dejando a la joven con lesiones graves y al chico con heridas más leves en el hombro.

Como consecuencia de las puñaladas, la chica tuvo que ser operada de urgencia en el Hospital de Cruces. Por su parte, B.M. fue trasladado a Basurto, ya que, además de las heridas, sufrió los efectos de un shock por la dura experiencia vivida. Mientras tanto, la Er-tzaintza se centra en la investigación de los hechos para saber exactamente lo que ocurrió y para localizar al agresor.

El suceso irrumpe en un pueblo que se encuentra en plenas fiestas patronales y que ayer se plantó el pañuelo de cuadros entre la tristeza y la desazón. Desde el Ayuntamiento de Bakio manifestaron que su principal preocupación, lo más importante, era que los jóvenes se recuperaran cuanto antes y que se hallara pronto al agresor.

en estado de embriaguez Fuentes cercanas a la investigación consultadas por este periódico afirman que una de las líneas abiertas apunta a que el atacante podría tratarse de un joven que se encuentra fugado de un centro de menores. Testigos de los hechos explicaron cómo el presunto atacante, que aparentemente se encontraba en estado de embriaguez, merodeaba por la zona de Eneperi, donde se concentraba la fiesta, con una moto. "Se le veía que estaba mal porque llegó a caerse varias veces", afirmaron estos testigos.

B.M. y M.F., dos jóvenes bilbainos veraneantes en Bakio, bajaban ya de Eneperi cuando, según narraron algunos testigos, el agresor les pidió un cigarro. Al parecer, estos se lo negaron y continuaron su camino. Fue entonces cuando, según los testigos, les atacó por la retaguardia, apuñalando a la chica en la espalda e hiriendo en el hombro al joven. Fuentes consultadas por este periódico afirmaron que los dos jóvenes echaron a correr huyendo, aunque ella, debido a sus heridas, se desplomó. Así, llegaron a una zona donde había más gente y pudieron pedir ayuda. "Fue todo muy rápido, muy confuso, la situación no está muy clara", explicaron estas fuentes. La cuestión es que M.F. fue trasladada al Hospital de Cruces donde fue operada de urgencia, intervención en la que sufrió una parada cardiaca de unos quince segundos y tras la que permanece grave pero con una evolución favorable. B.M. fue trasladado a Basurto con heridas más leves y bajo los efectos de un shock. Ayer se encontró una moto que podría tratarse de la que llevaba el atacante.

"Desasosiego" "¿Cómo es posible que una cosa así suceda en Bakio?". Esa era la pregunta que ayer se planteaban los vecinos de esta localidad costera poco habituada a incidentes de este tipo. "Desasosiego". Esa es la palabra con la que una bakiotarra definió el estado anímico general del pueblo, cuyos actos festivos quedaron en segundo plano. En las cafeterías y las tiendas de localidad se hacían conjeturas sobre lo sucedido, entre la estupefacción y la sorpresa. "Este siempre ha sido un pueblo seguro y tranquilo".

El Ayuntamiento de Bakio también dejó evidencia de su consternación ante los hechos, y las dos fuerza políticas con representación en el Consistorio, PNV y Bildu, emitieron un comunicado conjunto en el que manifestaban su "mas enérgica repulsa y condena" ante esta agresión y trasladaban "su apoyo y solidaridad", a los familiares y amigos de los dos jóvenes. "Desde este consistorio, se rechaza con total contundencia cualquier tipo de violencia, ya que este tipo de comportamiento no esta justificado bajo ningún concepto, ni tiene cabida en nuestra sociedad", destacaba la nota del Consistorio bakiotarra.

Este Ayuntamiento valoró la posibilidad de suspender las fiestas pero decidieron seguir adelante con el programa festivo para tratar de dotar de normalidad a un pueblo inevitablemente consternado.