MUJERES en la más completa indefensión, sin papeles ni recursos, obligadas a prostituirse para poder sobrevivir. Eso es lo que se encontraron los agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Donostia el pasado día 13, cuando inspeccionaron el club Txapela, ubicado en la carretera que une la carretera de Andoain con Aduna.
La investigación comenzó cuando unas mujeres que habían trabajado en el citado club de alterne informaron a la Policía de que "habían coincidido con un grupo de mujeres, la mayoría de origen extranjero y algunas en situación irregular, que trabajaban ejerciendo la prostitución sin ningún tipo de contrato ni cobertura médica", informó ayer la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa. En un comunicado, informó de que estas mujeres tenían, además, que pagar a los responsables del local "una cantidad fija de dinero" por trabajar en el local por un periodo de tiempo "que no solía exceder las tres semanas, teniendo luego que desplazarse a otros locales".
Durante la inspección del club, que tuvo lugar el pasado martes día 13, los agentes comprobaron que cuatro de las diez mujeres que se prostituían en el local se encontraban en situación irregular sin contrato ni seguro. Ante esta evidencia, la Policía decidió detener al responsable del club acusado "de un delito relativo a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores". Asimismo, otras cinco personas, además del responsable del club de alterne, fueron arrestadas por sendos delitos de estancia irregular en el Estado.
"Las diligencias del caso fueron tramitadas por el Juzgado de Instrucción de Guardia de Tolosa y se ha incoado el perceptivo expediente en relación a los detenidos por situación irregular", concluyó la Subdelegación.