Bilbao. El culebrón del gaztetxe Kukutza de Bilbao llegó a su fin ayer después de que la responsable del Juzgado número 5 de lo Contencioso Administrativo de la capital vizcaina decidiera levantar la suspensión provisional de la orden de derribo del edificio que se adoptó el miércoles de manera urgente. Tras dos días de incertidumbre desde el desalojo del inmueble, finalmente una excavadora inició por la tarde la demolición del gaztetxe entre fuertes medidas de seguridad, con la escolta de al menos 15 tanquetas de la Brigada móvil de la Ertzaintza. Al igual que ocurrió el miércoles con el desalojo, varias personas (al menos 25) fueron arrestadas por la Ertzaintza acusadas de un presunto delito de desórdenes públicos, según informó el Departamento vasco de Interior. Asimismo, un grupo de personas cruzó y quemó contenedores para intentar paralizar, sin éxito, el derribo.
La resolución judicial se adoptó tras celebrarse una vistilla oral en la que la jueza escuchó los argumentos de las tres partes implicadas: el propietario del solar, cuya intención es la de edificar pisos, el Ayuntamiento de Bilbao y la asociación vecinal Errekaldberriz Auzo Elkartea, que reclama el mantenimiento de dicho centro cultural juvenil. La jueza desestimó la apertura de un proceso para analizar la legalidad de la orden de derribo que, según había argumentado el abogado de la asociación, incumplía el Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao. En el auto argumenta que el edificio carece de protección como bien cultural, que justificaría su mantenimiento, según pedían los vecinos. Es más, reprocha al colectivo que "ni siquiera haya hecho constar" que haya pedido al Gobierno Vasco la protección como bien de interés cultural, calificación que, según los abogados de los vecinos, merecía Kukutza, como inmueble y como "proyecto cultural".
Tampoco tuvo incidencia en el desenlace que un centenar de creadores vascos, como el escritor Kirmen Uribe o los bertsolaris Maialen Lujanbio y Sustrai Kolina, mostraran ayer su solidaridad con el Gaztetxe Kukutza del barrio de Rekalde y pidieran al Ayuntamiento "diálogo" con vecinos y portavoces del centro autogestionado.