Donostia. Los plásticos negros que, desde diciembre de 2008, llevan ocultando los carteles de los nuevos radares fijos de las carreteras guipuzcoanas van a desaparecer. La Dirección de Tráfico prevé activar mañana los catorce nuevos puestos de control de velocidad en la red viaria del territorio, con casi un año de retraso sobre lo previsto inicialmente.

Tráfico no ha elegido cualquier momento. Mañana comienza a las 15.00 horas la Operación Salida por las vacaciones de Semana Santa, en la que prevé 325.000 desplazamientos por las carreteras vascas. Evitar que algunos de ellos acaben con una trágica muerte es el objetivo, de ahí la decisión de activar los radares que podrían evitar un tercio de las muertes en carretera, las mismas que se producen por una velocidad excesiva, según explicó ayer la directora de Tráfico, Amparo López.

En total, la red principal de carreteras del territorio contará con 24 radares. Diez ya estaban, como bien saben los conductores. Con el resto, se habrán ido familiarizando a lo largo de casi año y medio desde que Tráfico empezara a instalar las cabinas y la señalización.

Su puesta en marcha estaba prevista para verano de 2009, lo que supone ahora casi un año de retraso. Pero, finalmente, ha llegado la hora, por lo que los conductores guipuzcoanos deberán extremar la prudencia y adecuar la velocidad a la estipulada, si no quieren recibir multas, perder puntos e incluso ser imputados por un delito.

¿Dónde? Los nuevos ojos vigilantes de Tráfico se reparten por la autopista A-8 (Bilbao-Behobia), la N-I (Madrid-Irun), la N-I-A (Lasarte-Oria-Aritzeta) y la GI-632 (Beasain-Durango). Por el contrario, la Autovía de Leitzaran (A-15) se libra de los nuevos radares y mantiene los cuatro que ya tenía, todos ellos en sentido Donostia, dos en el túnel de Belabieta, otro en el túnel de Oindolar y el cuatro en Villabona, en el kilómetro 155,5.

La autopista A-8 suma, a los dos que ya tenía entre Pasaia y el barrio donostiarra de Intxaurrondo (en ambas direcciones), otros cinco. Dos de ellos están en la variante de la capital en sentido Bilbao, concretamente a la altura del colegio de La Salle y en Aiete. También en sentido Bilbao se sitúa el tercero, a la altura de Mendaro. Los otros dos se localizan en Eibar (Maltzaga) y Zestoa (Bedua), ambos en dirección a Irun.

Pero es la N-I, sin duda, la carretera que va a contar con más radares. De cuatro pasa a diez, más del doble. A los ya conocidos de Añorga y Andoain (en ambas direcciones), hay que añadir otros dos en las curvas de Alegia (en los dos sentidos), uno en las de Bazkardo hacia Irun (Andoain) y otro en el kilómetro 451 de la N-I a su paso por Lasarte-Oria y en dirección a Vitoria.

Otro punto en el que se refuerza la vigilancia de la velocidad es el entorno de Etxegarate. La bajada hacia Idiazabal (en dirección Irun) contará nada que menos que con dos radares, en los puntos kilométricos 407 y 411.

El mapa de nuevos radares se completa con la N-I-A, en la que se han colocado dos, uno en cada dirección. El primero en la zona de Pintoreko Gana en sentido Irun y el segundo en el punto kilométrico 1,2, en dirección a Vitoria. Ambos se ubican en Donostia.

Y es que circular por la capital donostiarra va a estar muy vigilado, ya que en el núcleo urbano también está previsto que el 24 de mayo el Ayuntamiento ponga en marcha seis radares digitales más en el Paseo de La Concha, Otxoki, calle Fernando Sasiain y Sibilia de Intxaurrondo, paseo Doctor Begiristain de Miramón y la avenida de Tolosa.

Horas conflictivas Pero como Llegar es lo importante, según reza el lema que la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco ha puesto, en consonancia con la Dirección General de Tráfico (DGT), a la campaña de concienciación, las medidas para esta Operación Salida de Semana Santa no acaban ahí.

Alrededor de 200 agentes, apoyados por la unidad de helicópteros de la Ertzaintza, velarán por el buen desarrollo de la circulación durante estos días, bajo el liderazgo del Centro de Gestión de Tráfico de Euskadi, que seguirá de cerca el desarrollo de las operaciones especiales de tráfico.

Éstas se van a desarrollar mañana desde las 15.00 a las 24.00 horas y el jueves de 8.00 a 15.00 horas, en lo que respecta a las de salida. El retorno está previsto el lunes, día 5, entre las 13.00 y las 21.00 horas, aunque en Gipuzkoa, como es habitual, se extenderá hasta el martes, día 6, "debido a que el tránsito transfronterizo de camiones reanuda su actividad ese día y se espera, por tanto, una gran intensidad de tráfico pesado", según explicaron ayer fuentes del Departamento de Interior.

La causa es que el transporte pesado de más de 7,5 kilos de peso, el especial o los camiones que llevan materias peligrosas, no van a poder circular, en lo que se refiere a Gipuzkoa, durante un día completo desde el domingo día 4 a las 22.00 horas hasta la misma hora del lunes, festivo en Iparralde. Esta medida afecta al transporte transfronterizo que circule por la N-I, A-8 y A-15. Se pueden consultar los detalles y el resto de restricciones en el apartado Medidas especiales de tráfico de la web www.euskadi.net/trafikoa.

No es el único modo de informarse, no sólo de este tema concreto, sino también del estado de las carreteras o de otras cuestiones relativas al tráfico, ya que está disponible el teléfono permanente de información 902 112 088.

Consejos En la misma línea del lema de la campaña, Llegar es lo importante, se enmarcan también los consejos que aportó ayer el Departamento de Interior y que apelan, en su mayoría, al sentido común.

Por eso, se advierte de que conviene planificar el viaje evitando las horas de mayor circulación, sobre todo la tarde noche del Jueves Santo, hacer una puesta a punto del vehículo antes de emprender la marcha y respetar las normas de circulación, sobre todo la velocidad.

Cada dos horas es recomendable descansar, puesto que la desatención en la conducción es el principal factor desencadenante de accidentes graves.

Aunque pueda parecer lo contrario, los desplazamientos cortos y por carreteras secundarias son los más peligrosos por el exceso de confianza que sienten los conductores.

Finalmente, conducir de forma eficiente y a bajas velocidades con marchas largas puede hacer, además, que se ahorre combustible y, por tanto, dinero.