La curvatura excesiva de la columna dorsal que provoca una joroba visible en nuestro cuerpo, más coloquialmente conocido como chepa, es algo que afecta a mucha gente.
En términos médicos se le conoce como hipercifosis o, en casos menos habituales, dorsalización, y aunque la mejor opción para corregir estos problemas es acudiendo a un especialista, existen una serie de ejercicios de movilidad que pueden ayudar a mejorar nuestra postura corporal.
El entrenador personal Mariano Dall Acqua, conocido por compartir consejos con sus seguidores, compartió recientemente un vídeo donde recomendaba dos ejercicios para mejorar nuestra postura y evitar dolores de espalda y cuello, especialmente para las personas que pasan muchas horas sentadas.
Por un lado, los dislocations ayudan a movilizar los hombros y abrir el pecho, corrigiendo la típica postura encorvada. Asimismo, la elevación de brazos con la espalda apoyada activa los músculos posturales profundos, reforzando la alineación corporal.
"Con solo unos minutos al día, notarás una espalda más recta, hombros liberados y mejor movilidad. Practícalo 2-3 veces por semana y tu postura te lo va a agradecer", señaló el entrenador físico.
Importancia de cuidar la postura
Mantener una buena postura se ha convertido en un desafío para mucha gente. El uso intensivo del ordenador, las horas frente al móvil y el sedentarismo están detrás del repunte de dolores cervicales y lumbares que afectan a personas de todas las edades.
Los fisioterapeutas recuerdan que una postura incorrecta, mantenida durante largos periodos, obliga a la columna a trabajar de forma ineficiente y termina generando tensiones, contracturas e incluso deformaciones como la hipercifosis, conocida popularmente como chepa.
La espalda es una estructura compleja que sostiene el cuerpo y protege la médula espinal. Cuando se descuida, las consecuencias pueden aparecer en forma de rigidez, pérdida de movilidad o dolor crónico.
Por ello, adoptar hábitos saludables es clave para prevenir problemas a largo plazo. Sentarse con ambos pies apoyados en el suelo, alinear la pantalla a la altura de los ojos y hacer pausas breves cada hora son medidas sencillas que ayudan a reducir la carga sobre la columna.
Junto a una postura adecuada, los ejercicios de fortalecimiento juegan un papel fundamental. Trabajar la musculatura de la espalda mejora la estabilidad del tronco y distribuye mejor el peso, lo que disminuye la presión sobre las vértebras. Los especialistas recomiendan incluir rutinas que combinen movilidad, estiramientos y ejercicios de fuerza moderada. Movimientos como la elevación de escápulas, la natación o la plancha o resultan eficaces y no requieren equipamiento.
También es importante equilibrar la musculatura del cuerpo. Un abdomen fuerte complementa el trabajo de la espalda y ayuda a mantener una postura erguida sin esfuerzo. La constancia es determinante: con sesiones cortas de 10 a 15 minutos al día pueden notarse mejoras significativas en pocas semanas.
Inversión en salud
Cuidar la postura no es solo una cuestión estética, sino una inversión en salud. Prestar atención a cómo nos sentamos, caminamos y trabajamos, junto con una rutina básica de ejercicios, puede evitar molestias y mejorar el bienestar general.