Las legumbres son clave en la alimentación humana desde hace siglos. Su versatilidad en la cocina y su riqueza nutricional las convierten en un pilar fundamental de la dieta mediterránea.

Estos alimentos destacan por su alto contenido en proteínas vegetales, lo que las convierte en una excelente alternativa o complemento a la carne, el pescado y los huevos.

Además, son ricas en fibra, lo que favorece la salud intestinal, regula la glucosa en sangre y ayuda a mantener un adecuado control del colesterol.

Asimismo, aportan hidratos de carbono de calidad, que liberan energía de forma sostenida, así como minerales esenciales como hierro, magnesio, potasio y zinc, además de vitaminas del grupo B.

Su combinación de nutrientes hace que sean consideradas un alimento muy completo. Mismamente la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) declaró el 2016 como Año Internacional de las Legumbres, para resaltar su papel en la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.

Ensalada de garbanzos con espinacas, pimiento rojo y bonito Freepik

Recomendaciones de consumo

Las principales guías de salud y nutrición, incluida la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), recomiendan consumir legumbres entre dos y cuatro veces por semana. Este rango se considera óptimo para cubrir las necesidades de proteínas y fibra, y para diversificar la dieta sin caer en excesos.

  • Mínimo aconsejable: dos veces por semana.
  • Óptimo: 3-4 veces por semana, alternando tipos de legumbre.
  • Incluso más frecuente: para personas vegetarianas o veganas, se pueden tomar prácticamente a diario, siempre combinándolas con cereales (arroz, pan, pasta, maíz, quinoa) para obtener una proteína completa.

En algunos países asiáticos o latinoamericanos, las legumbres forman parte de la dieta cotidiana, y su consumo diario está asociado a una buena salud cardiovascular y a una menor incidencia de obesidad.

Beneficios para la salud

Incluir legumbres de forma habitual tiene efectos muy positivos:

  • Corazón sano: ayudan a reducir el colesterol LDL y regulan la tensión arterial.
  • Prevención de la diabetes tipo 2: su fibra soluble contribuye a un mejor control glucémico.
  • Saciedad y control del peso: al ser ricas en fibra y proteínas, ayudan a controlar el apetito.
  • Aporte sostenible de proteínas: su producción requiere menos recursos que la ganadería, lo que las convierte en un alimento respetuoso con el medio ambiente.

El hummus es una crema a base de garbanzos muy fácil hacer y saludable F.P.

Cómo prepararlas

Para alcanzar las cuatro raciones semanales, se pueden preparar de muchas maneras más allá del tradicional guiso, como en ensaladas de garbanzos o lentejas, en cremas, purés o salsas, como el hummus, en forma de salteados con verduras o incorporadas a sopas.

Si se quiere evitar la sensación de pesadez o los gases, conviene cocinarlas bien, combinarlas con especias como comino o hinojo y, en el caso de las secas, dejarlas en remojo previo.

Intentar cuatro a la semana

La respuesta a la pregunta es clara: lo ideal es comer legumbres cuatro veces por semana, intentando que el mínimo sean dos. Con esta frecuencia, se aprovechan todos sus beneficios nutricionales y se contribuye a una dieta equilibrada y sostenible. Su versatilidad culinaria permite que estén presentes en la mesa durante todo el año, adaptándose tanto a platos calientes de invierno como a opciones frescas en verano.