La menopausia es una etapa totalmente natural en la vida de las mujeres, y marca el final de sus años reproductivos. Sin embargo, antes de llegar a esta etapa, el cuerpo atraviesa un período de transición conocido como perimenopausia, y existen una serie de síntomas o señales que advierten que la menopausia está cerca.

Perimenopausia significa "alrededor de la menopausia" y se refiere al tiempo en el que los niveles hormonales comienzan a fluctuar, provocando síntomas que pueden aparecer incluso varios años antes de la última menstruación.

Aunque lo habitual es que la perimenopausia empiece hacia los 40 años, algunas mujeres pueden notar cambios desde mediados de los 30.

Durante este proceso, el nivel de estrógeno, la principal hormona femenina, sube y baja de manera irregular. Como consecuencia, los ciclos menstruales se vuelven impredecibles: pueden acortarse, alargarse o incluso producirse sin ovulación.

Esta etapa puede prolongarse durante meses o incluso años, y suele ir acompañada de síntomas muy similares a los de la menopausia.

Según explican desde 'Mayo Clinic', los cambios que acompañan a la perimenopausia son variados y afectan tanto al cuerpo como al estado emocional. Reconocerlos a tiempo puede ayudar a entender lo que ocurre y a buscar estrategias para afrontarlos mejor.

Irregularidad menstrual

Es uno de los primeros signos. Los periodos pueden presentarse con mayor o menor frecuencia de lo habitual, o variar en intensidad.

Sofocos y problemas de sueño

Los cambios hormonales alteran la regulación de la temperatura corporal, lo que provoca repentinas sensaciones de calor, sudoraciones nocturnas y dificultades para descansar adecuadamente.

Cambios en el estado de ánimo

Muchas mujeres experimentan irritabilidad, ansiedad o tristeza sin una causa aparente.

Estos síntomas pueden estar relacionados tanto con la alteración hormonal como con la falta de sueño.

Problemas vaginales y urinarios

La disminución del estrógeno puede causar sequedad vaginal, dolor durante las relaciones sexuales y mayor predisposición a infecciones urinarias.

La menopausia no debe entenderse como el cierre de una etapa, sino como el comienzo de otra Freepik

Disminución de la fertilidad

Aunque aún es posible quedarse embarazada, la ovulación irregular reduce las probabilidades de que ocurra.

Cambios en la función sexual

Puede haber una disminución del apetito sexual, asociada tanto a factores físicos como emocionales.

Pérdida de densidad ósea

La bajada de estrógenos acelera la pérdida de masa ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis.

Alteraciones en los niveles de colesterol

Algunas mujeres desarrollan un perfil lipídico menos favorable, lo que incrementa el riesgo cardiovascular.

La alimentación puede mitigar los síntomas de la menopausia

La llegada de la menopausia

Se considera que una mujer ha llegado oficialmente a la menopausia cuando ha pasado 12 meses consecutivos sin menstruación.

A partir de ese momento, desaparece la posibilidad de embarazo natural y algunos síntomas pueden estabilizarse, aunque otros, como la sequedad vaginal o la pérdida ósea, tienden a mantenerse.

Manejo y tratamientos

Existen distintas formas de aliviar los síntomas de la perimenopausia y la menopausia.

Algunas mujeres encuentran alivio con cambios en el estilo de vida, como mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regular, reducir el consumo de cafeína y alcohol, y practicar técnicas de relajación para mejorar el sueño.

En casos más intensos, los médicos pueden recomendar tratamientos como la terapia hormonal sustitutiva, lubricantes vaginales o medicamentos específicos para reducir sofocos y proteger la salud ósea.

Una etapa de cambio, no de final

La menopausia no debe entenderse como el cierre de una etapa, sino como el comienzo de otra.

Con la información adecuada, atención médica y autocuidado, es posible transitarla con salud y bienestar. Reconocer los síntomas de la perimenopausia es el primer paso para vivir este proceso de forma consciente y preparada.