Su clima frío, con inviernos que superan los tres metros de nieve, veranos frescos y suelos bien drenados, la viticultura japonesa ha resultado ideal para variedades resistentes y de ciclo corto. La reina indiscutible es la Pinot Noir, acompañada por otras como Chardonnay, Kerner, Zweigeltrebe y Sauvignon Blanc.

Aunque el cultivo de uva en Hokkaido comenzó en los años 70, es en la última década cuando se ha profesionalizado con la llegada de productores locales e internacionales que han transformado el paisaje vinícola de la isla.

Zonas clave de producción

Yoichi

Es la región más reconocida de Hokkaido. Su clima fresco y nieblas marinas crean un entorno ideal para el desarrollo aromático de las uvas. Es la cuna de muchos de los mejores vinos de la isla, especialmente de Pinot Noir, Kerner y Chardonnay.

Sorachi

Vecina de Yoichi, destaca por sus colinas bien drenadas, una larga tradición frutícola y un fuerte compromiso con la sostenibilidad. Aquí maduran bien variedades como Zweigeltrebe y Pinot Noir, gracias al contraste térmico entre el día y la noche.

Hakodate

En el sur de Hokkaido, esta zona emergente cuenta con más sol y altitud. Ideal para Pinot Noir y Chardonnay, ha empezado a atraer proyectos de envergadura como el del productor francés Domaine de Montille.

Exposición de botellas en la bodega de Niki Hills. A. Zugasti

Bodegas emblemáticas

Domaine de Montille & Hokkaido

El afamado productor borgoñón Etienne de Montille apostó por Japón en 2016 al lanzar el primer proyecto vitivinícola en el país creado por un productor extranjero. Tras colaborar con viticultores de Yoichi, en 2019 comenzó a plantar en Hakodate. En 2023 salió al mercado su primer vino con uvas propias, centrado en Pinot Noir y Chardonnay, con un enfoque de precisión borgoñona adaptado al terroir japonés. Su objetivo es compartir el saber hacer de Borgoña y contribuir al desarrollo de una industria vinícola japonesa sólida.

Visita en la bodega NIKI Hills. A. Zugasti

NIKI Hills Winery

Fundada en 2014 por el empresario Kazunori Ishikawa, NIKI Hills es una bodega modelo que integra viticultura, enoturismo, sostenibilidad y formación. En 2019 comenzaron a elaborar vinos con uvas propias. Las variedades clave son Pinot Noir, Zweigeltrebe, Kerner y Chardonnay, cultivadas en las laderas de Niki y Yoichi. Su propuesta va más allá del vino, quieren revitalizar la comunidad rural, atraer a nuevas generaciones y crear un destino enológico de referencia en el norte de Japón.

Domaine Takahiko

Fundada por Takahiko Soga en Yoichi, es una bodega de culto centrada exclusivamente en la Pinot Noir, elaborada bajo una filosofía profundamente natural. Takahiko concibe el vino como una obra artesanal que refleja las estaciones, el paisaje y la sensibilidad del agricultor. Su vino más emblemático, Nanatsumori, se cultiva sin herbicidas ni fertilizantes sintéticos, y es considerado uno de los más finos y expresivos del país. Aunque no admiten visitas, han instalado una terraza pública para contemplar sus viñedos.

La bodega Domaine Takahiko. A.Zugasti

Las uvas de Hokkaido

Pinot Noir

Es la variedad emblema de la región. Su maduración lenta, favorecida por el clima fresco y los suelos volcánicos da lugar a vinos delicados, con aromas florales, taninos finos y una notable capacidad de expresar el terroir.

Chardonnay

Muy bien adaptada a Hakodate y Yoichi, ofrece vinos frescos, de acidez equilibrada y gran potencial gastronómico. A menudo se elaboran sin paso por madera para conservar su carácter puro.

Kerner

Originaria de Alemania, se ha adaptado perfectamente a Yoichi. Produce vinos blancos fragantes, de buena acidez y matices florales y especiados.

Zweigeltrebe

Uva tinta de origen austriaco. Resistente al frío, da lugar a vinos ligeros, frutales y muy bebibles, con un perfil moderno.

Sauvignon Blanc

De presencia aún limitada, su cultivo va en aumento. Ofrece blancos vibrantes, con notas herbáceas y cítricas, ideales para maridar con cocina japonesa.

Una escena en evolución

Con apenas 2.000 hectáreas de viñedo y unas 200 bodegas en todo el país, Japón aún es un actor menor en términos globales. Sin embargo, Hokkaido avanza con paso firme. La combinación de terroir, nuevas generaciones formadas en Europa y una visión sostenible está dando lugar a vinos de gran personalidad, que armonizan con la gastronomía japonesa y conectan profundamente con el entorno. Si Japón ha sabido conquistar al mundo con su whisky y su sake, quien sabe si el vino de Hokkaido puede perfilarse como su próxima gran joya líquida.

Aunque el vino japonés gana terreno, el sake sigue siendo la bebida nacional por excelencia, profundamente ligada a la tradición y presente en todas las regiones del país. Japón también ha destacado en las últimas décadas por la calidad de su whisky, con destilerías de renombre internacional como Nikka (precisamente ubicada en Yoichi, Hokkaido) y Suntory, que han cosechado premios y reconocimiento en todo el mundo.