La correcta conservación de la comida es un tema muchas veces ignorado pero que puede traer graves consecuencias para la salud.

Siempre se ha creído que meter la comida caliente en la nevera no es bueno para su correcta conservación, pero según señala el nutricionista Ander Iglesias, esperar a que se temple a temperatura ambiente tampoco es bueno, ya que durante ese rato es muy fácil que proliferen bacterias.

"Una vez cocinado lo peor es dejarlo a temperatura ambiente. Cuanto mayor es la temperatura a la que se expone la comida, más favorece la proliferación de microorganismos", sin embargo, señala que tampoco es buena opción meter el tupper caliente a la nevera.

Al cerrar al tupper caliente se forma un vapor en la tapa que fomenta bacterias como la salmonela, sin embargo, según subraya, "la comida debe refrigerarse cuanto antes".

La solución definitiva

Como solución, recomienda enfriar la comida antes de meterla a la nevera sumergiendo el tupper en agua fría en el fregadero.

Seguridad alimentaria

La correcta refrigeración de los alimentos es un aspecto esencial para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud de quienes los consumen.

Cuando la comida no se conserva a la temperatura adecuada, las bacterias y otros microorganismos encuentran un ambiente propicio para multiplicarse rápidamente, aumentando el riesgo de intoxicaciones y enfermedades transmitidas por los alimentos.

La mayoría de las bacterias, como Salmonella, Escherichia coli o Listeria monocytogenes, crecen con facilidad en temperaturas comprendidas entre los 5 °C y los 60 °C, conocido como la "zona de peligro". Por ello, mantener los alimentos por debajo de los 5 °C en el refrigerador ralentiza su desarrollo y ayuda a prolongar la vida útil de los productos.

Es importante destacar que no solo se trata de enfriar la comida, sino de hacerlo de manera adecuada. Introducirlos en la nevera aún muy calientes puede elevar la temperatura interna del refrigerador y comprometer la conservación de otros productos, por lo que deben seguirse las pauras del nutricionista.

Asimismo, se recomienda guardar la comida en recipientes herméticos y de tamaño reducido, lo que facilita un enfriamiento uniforme.

Tupper de cristal hermético Freepik

Contaminación cruzada

Otro punto fundamental es organizar la nevera de forma correcta: los alimentos crudos deben mantenerse separados de los cocinados para evitar la contaminación cruzada. Las carnes y pescados, por ejemplo, conviene colocarlos en recipientes cerrados en la parte inferior, evitando que sus jugos entren en contacto con otros alimentos.

En definitiva, refrigerar de manera adecuada no es solo una cuestión de preservar la frescura, sino una medida preventiva de salud pública. Adoptar estas prácticas reduce significativamente el riesgo de proliferación bacteriana y contribuye a una alimentación más segura para toda la familia.