Comer frutas y verduras es necesario en nuestro día a día para mantener nuestra salud en buen estado.

Es importante consumir al menos cinco piezas al día, y se recomienda que sean de calidad y de temporada. Sin embargo, pueden ser portadoras de residuos de pesticidas, tierra, bacterias o parásitos que se acumulan en la piel o superficie de estos productos. Esto es especialmente relevante en productos que se comen crudos, como lechuga, fresas, uvas o tomates.

Prácticamente todo el mundo limpia las piezas de fruta o verdura con agua antes de comerlas o cocinarlas, pero es conveniente saber que el agua no elimina los residuos en su totalidad. Un lavado superficial puede no eliminar todos los contaminantes invisibles. Por eso, usar bicarbonato de sodio es una opción práctica, eficaz y natural, ya que no cuenta con químicos agresivos.

El bicarbonato es altamente eficaz porque es alcalino. Rompe moléculas ácidas de pesticidas y ayuda a desprender ceras industriales. Asimismo, descompone residuos orgánicos y microbios superficiales.

Estudios muestran que el bicarbonato penetra mejor que el vinagre en la superficie de algunas frutas como las manzanas.

Un pilar esencial para la salud

Frutas y verduras son fundamentales en una dieta equilibrada. Aportan vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, nutrientes que ayudan al buen funcionamiento del organismo y a prevenir enfermedades.

Incluir una amplia variedad de estos alimentos en el día a día contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión, mantener un peso saludable y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 o algunos tipos de cáncer.

Los expertos en salud pública recomiendan consumir al menos cinco porciones diarias entre frutas y hortalizas, priorizando aquellas de temporada y, si es posible, de producción local.

¿Cómo utilizarlo?

  1. Llena un recipiente con agua y añade una cucharada sopera de bicarbonato por cada litro de agua.
  2. Introduce las frutas y verduras y déjalas en remojo entre 10 y 15 minutos.
  3. Luego, enjuágalas bien con agua corriente para retirar cualquier resto.

Este método es seguro y no altera el sabor ni la calidad del alimento. Es especialmente útil en productos que no se pelan antes de consumir, como manzanas, uvas o arándanos.

Un cuenco de bicarbonato de sodio. Freepik

Libres de contaminantes

Consumir frutas y verduras es clave para una buena salud, pero también lo es asegurarse de que estén limpias y libres de agentes contaminantes.

Lavar con bicarbonato es una solución sencilla, efectiva y natural que potencia la seguridad alimentaria sin complicaciones. Al hacerlo, cuidamos no solo de nuestro cuerpo, sino también de quienes comparten nuestra mesa.