La miopía, también conocida como visión corta, es un problema ocular común que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Se caracteriza por la dificultad para ver objetos distantes con claridad, mientras que los objetos cercanos se ven claramente. Esta condición ocurre cuando el ojo es más largo de lo normal o cuando la córnea es demasiado curva, lo que provoca que la luz se enfoque delante de la retina en lugar de directamente sobre ella.

Diversos factores pueden contribuir al desarrollo y progresión de la miopía. La genética juega un papel importante; si ambos padres son miopes, hay una mayor probabilidad de que sus hijos también lo sean.

Además, factores ambientales, como pasar mucho tiempo realizando actividades que requieren una visión cercana, como leer o usar dispositivos electrónicos, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar miopía.

Los síntomas más comunes de la miopía incluyen:

  • Visión borrosa al mirar objetos lejanos
  • Necesidad de entrecerrar los ojos para ver con claridad
  • Dolores de cabeza por esfuerzo visual
  • Fatiga ocular

Es recomendable hacerse una revisión frecuentemente Pixabay

Aunque la miopía no se puede revertir, existen varios métodos y hábitos que pueden ayudar a controlar su progresión y mantener una buena salud visual:

Realizar exámenes visuales regulares

Es fundamental visitar al oftalmólogo regularmente para detectar cambios en la visión y ajustar las prescripciones de lentes. Los exámenes oculares completos pueden ayudar a identificar la miopía temprano y permitir un manejo adecuado.

Uso correcto de lentes

Asegurarse de usar gafas o lentes de contacto con la prescripción adecuada es esencial. No utilizar la corrección visual adecuada puede aumentar la fatiga ocular y acelerar la progresión de la miopía.

Prácticas de higiene visual

Mantener una distancia adecuada al leer o usar dispositivos electrónicos es crucial. Se recomienda sostener los materiales de lectura a unos 35-40 centímetros de los ojos y mantener las pantallas a una distancia de al menos 50 centímetros.

Descansos regulares

Aplicar la regla 20-20-20 puede ser muy beneficioso. Cada 20 minutos, mirar algo que esté a 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos para reducir la fatiga ocular.

Control del tiempo de pantalla

Limitar el tiempo de uso de dispositivos electrónicos, especialmente en niños, puede ayudar a prevenir la miopía. Se recomienda fomentar actividades al aire libre y limitar el tiempo frente a pantallas.

Ambiente de trabajo y estudio

Asegurar una buena iluminación mientras se lee o trabaja es importante. Una iluminación inadecuada puede forzar los ojos y contribuir a la fatiga ocular.

Dieta y nutrición

Una dieta rica en nutrientes como vitamina A, C y E, así como ácidos grasos omega-3, puede contribuir a la salud ocular. Alimentos como zanahorias, espinacas, pescado y nueces son excelentes opciones.

Ejercicio al aire libre

Estudios han demostrado que pasar tiempo al aire libre puede reducir el riesgo de desarrollar miopía. La luz natural y las oportunidades de mirar a distancias mayores pueden ser beneficiosas para la visión.

Terapias visuales

En algunos casos, los oftalmólogos pueden recomendar terapias visuales que incluyen ejercicios oculares para mejorar la eficiencia y el enfoque de los ojos.

Lentes de contacto especiales y ortoceratología

Existen lentes de contacto especialmente diseñados y la ortoceratología (uso de lentes de contacto rígidos que se usan durante la noche para remodelar la córnea) que pueden ayudar a controlar la progresión de la miopía en niños y adolescentes.

La miopía es una condición visual que puede gestionarse eficazmente con buenos hábitos y atención médica adecuada.

Al adoptar prácticas saludables para la vista y mantenerse informado sobre las opciones de tratamiento, es posible reducir la progresión de la miopía y mantener una buena salud ocular a largo plazo.

Recuerda que la prevención y el cuidado continuo son clave para proteger tu visión.