El estrés, la inseguridad, la ansiedad, el insomnio, la falta de concentración o el descontrol de nuestras emociones a veces parecen vencernos, pero “si sabes controlar tu cerebro y entrenarlo descubrirás que las posibilidades son infinitas”. En su libro, Sorprende a tu mente (Ed. Planeta), Ana Ibáñez, escritora y apasionada de la neurociencia, ofrece unas técnicas sencillas para poder influir sobre nuestra mente y sus capacidades.

Quién es

Ana Ibáñez es ingeniera superior química, exnadadora de alto rendimiento y piloto de helicóptero. Ha trabajado en campos profesionales de alto desempeño dirigiendo equipos en España y a nivel internacional. Desde 2011 está ligada a su pasión, la neurociencia, investigando los últimos avances en este campo para lograr la optimización cerebral. Es una de las pocas trainers de técnicas y tecnología de neurociencia en España especializada en alto rendimiento cerebral. En sus centros MindStudio, en Madrid y Barcelona, realiza entrenamientos para el alto rendimiento y bienestar mental de niños y adultos. 

Estudió ingeniería química y acabó dirigiéndose a la mente humana, a las neurociencias. ¿Qué le motivó a ello?

Siempre me gustó la ciencia y en especial todo lo relativo a la mente humana. Cuando tuve más independencia económica me dediqué a estudiarla. Siempre he tenido equipos amplios y empecé a trabajar en neurociencias con ellos. Como soy muy práctica, me interesaba saber cómo podemos usar las neurociencias en general, pero más sobre nosotros mismos. En mis centros de Mindstudio de Madrid y Barcelona entreno cerebralmente con tecnología de neurociencias a muchas personas y, al mismo tiempo, les ofrezco pautas con las que pueden cambiar patrones cerebrales para superar la ansiedad, ganar energía o tener más comodidad emocional. 

Aunque haya grandes avances en neurociencia, ¿el cerebro continúa siendo hoy el gran desconocido?

Sí. Yo lo vivo en el día a día porque realizo neurociencia aplicada, trabajo con las personas y vemos resultados de cosas que todavía no sabemos explicar. Se ha avanzado mucho en el área de las neurociencias, pero no sabemos explicar muy bien las causas de muchas cosas. Conocemos el resultado de algunas acciones, aunque no muy bien el mecanismo que produce que sea así. Cualquier neurocientífico te dirá que se desconoce más de lo que se conoce. En este sentido hay que ser honestos y decir que no se saben muchas respuestas a cosas que ocurren.

Ana Ibáñez asegura que se puede engañar al cerebro para rendir más. Javier Ocaña

¿Se puede engañar al cerebro para rendir más?

Este iba a ser el título de mi libro, pero lo titulamos Sorprende a tu mente, porque al final se trata de engañar al cerebro para que en lugar de hacer algo que ya hace de manera automática admita hacer las cosas de otra manera. Porque nuestro cerebro genera unas conexiones neuronales concretas, traza unas autopistas y siempre va por ellas. Si tu quieres que tu cerebro realice una ruta distinta tienes que sorprenderle y engañarle a través de entrenamientos o de pautas para que actúe de otra manera. Por ejemplo, si tu cerebro es insomne y duerme mal, es porque tienes hechas esas autopistas neuronales que hacen que tú duermas mal. 

¿Y cómo se consigue?

Cuando sufres un ataque de ansiedad puedes despistar al cerebro con otra cosa que no tiene nada que ver con lo que te está pasando. Puedes bailar, escuchar música, hacer otra cosa. Eso hará que le sorprenda y vaya cambiando su funcionamiento.

“La incertidumbre es lo peor que le puede pasar a nuestro cerebro”

¿El control y bienestar cerebral beneficia nuestra salud física y mental?

Sí. Nos ayuda a reducir nuestra alerta cerebral y regula nuestro sistema nervioso, lo que tiene consecuencias directas no sólo en nuestra calidad del sueño, sino también en el funcionamiento de nuestro corazón y en nuestras capacidades cognitivas a la hora de enfrentarnos mejor al estrés de la vida diaria. El entrenamiento personal hace que el sistema nervioso se regule mejor y evita la sobrecarga para la salud mental y física.

El cerebro puede ser un buen aliado, ¿pero también nuestro mayor enemigo?

Sí. De hecho, es una de las cosas que comento en el libro sobre el alto rendimiento, porque he entrenado a muchos deportistas de elite y a directivos/as. La clave para ese alto rendimiento y para que tu cerebro funcione bien es conseguir que en lugar de que sea tu enemigo, trabaje para ti y sea tu mejor amigo. Porque a nuestro cerebro le cuesta hacer algo nuevo y por ello hay que lograr que ante nuevos retos no solo no se asuste, sino que le motiven; si lo conseguimos ya está siendo nuestro amigo. Si le motivan y somos capaces de hacer que conecte con el hipocampo, la zona cerebral donde guardamos las memorias, lo habremos conseguido. Y esto se consigue entrenándolo.

¿Qué es lo peor para el cerebro?

La incertidumbre es lo peor que le puede pasar a nuestro cerebro. Durante la pandemia se generó mucha y todavía persiste. Lo mejor que podemos hacer para nuestro cerebro es pensar en cosas positivas y concretas, que son las cosas que le gustan; no le va nada lo abstracto; quiere enunciados en positivo. La pandemia fue todo lo contrario y ello generó traumas. De entonces, todavía estamos tratando síndromes postraumáticos que se han quedado, como nerviosismos, bajonazos, síntomas depresivos, falta de motivación... Hay que trabajar áreas cerebrales de emoción para poder funcionar de otra manera. 

“Si lo ejercitamos a diario, nuestro cerebro se vuelve más fuerte y hará que nos sintamos más realizados y felices”

¿Cualquier ejercicio es bueno para incentivarlo?

Es bueno que se entienda que no tiene que ser intenso, puede ser un ejercicio sencillo y moderado; uno de los mejores ejercicios cerebrales es caminar. Lo que sabemos ahora es que nuestro cerebro se activa mucho más después de hacer ejercicio y produce una ráfaga de frecuencias alfa que lo calman y nos confieren claridad mental. Después de hacer ejercicio normalmente nos encontramos más alegres, más calmados y con más claridad mental. Es porque cuando hacemos deporte estamos mejorando la electroquímica cerebral. Moverse, bailar, es fantástico, y con música, mejor.

¿Qué recomendaría a la persona que desea empezar a entrenar su cerebro desde cero?

Que haga una sesión de armonización de frecuencias para lograr rebajar la tensión y la alerta cerebral. En cualquier proceso, bien de bienestar, de alto rendimiento, para estudiantes, etc., estas sesiones tienen muy buenos resultados. Y después seguir las pautas que indico en el libro.

¿Por qué deberíamos entrenar nuestro cerebro a diario?

Al igual que cuando ejercitamos nuestro cuerpo de manera específica se vuelve más fuerte, desarrolla músculos, retrasa el envejecimiento y previene lesiones, con el cerebro ocurre lo mismo. Si lo ejercitamos se vuelve más fuerte, utilizamos y desarrollamos más capacidad cerebral, generamos conexiones neuronales nuevas, retrasamos el envejecimiento, prevenimos enfermedades mentales y degenerativas y, sobre todo, nos sentimos mucho más fuertes y más felices.

¿A quién va dirigido su libro?

A un público muy amplio y variado. Desde hombres a mujeres de todas las edades que tengan curiosidad y ganas por encontrarse mejor y de tener un cierto conocimiento de las pautas que le ayudarán a encontrarse mejor. Es un libro muy transversal que puede ser beneficioso en los colegios, para deportistas y directivos con gran responsabilidad... Es un libro que no te pone ejercicios para después de leerlo, sino que según lo vas haciendo se van produciendo cambios. La sorpresa cerebral la consigues mientras lo estás leyendo; no tienes que hacer un esfuerzo extra. Es algo que me lo está reconociendo mucha gente.