Está larga travesía realizada en un día se puede afrontar por etapas. En ellas visitaremos montes imponentes, sierras de cuento, fuentes naturales, ríos entre desfiladeros, pero sobre todo viviremos una excepcional aventura.
DATOS PRINCIPALES
· Kilómetros: 82,15
· Desnivel positivo: 2800+
· Duración: corriendo 12h / Caminar - correr:14h / Senderismo 17:00
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
· Desde Vitoria, tomamos la N-622 hasta Altube donde cogemos la A-68 hasta Bilbao. Al incorporarnos a la A-8 salimos por Miribilla y bajamos hasta el Arenal.
· Desde Bilbao nos dirigimos al Arenal, a la parte del mercado de la Ribera. Justo detrás está el puente de San Antón.
· Desde Donostia tomamos la A-8 dirección Bilbao. Salimos nada más entrar en Bilbao por Miribilla y bajamos al Arenal
· Desde Pamplona, salimos por la AP-15 hasta Irurzun donde tomamos la A-15 hasta Andoain. Por medio de la N-1 dirección Irún hasta la salida 2 donde nos incorporamos a la A-8 dirección Bilbao. Una vez allí seguimos los pasos anteriormente citados.
DESCRIPCIÓN
Al acercarme al puente de San Antón ya me doy cuenta de que esto va a ser algo más que una marcha. Sobre las siete de la tarde, el ambiente que allí se respira es de un compañerismo absoluto. Los veteranos de esta marcha aconsejando a los novatos en cómo es la mejor manera de llegar a Frías. Todos coincidimos en lo mismo, en el mismo verbo, en la misma palabra. Disfrute.
No hay más secreto que ese, disfrutar de cada paso, de cada cuesta, de cada compañero de camino, de cada conversación tanto mientras subes un monte como cuando bajas al valle. De cada trago de agua, del paisaje, del desayuno, de la cena, pero sobre todo disfrutando de la gente que conforma está familia que son los amigos de Frías.
CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA
Hidratación. Recorrido con bastantes fuentes por todo el recorrido. Aun así, es conveniente ir bien provistos de agua sobre todo en meses de calor ya que la ruta es larga.
Calzado. En cuanto al calzado, con llevar uno con buena suela es suficiente. Algo polivalente ya que transitaremos por una gran variedad de terrenos
Dificultad. Ruta muy difícil por el desnivel y la distancia a salvar. Se puede hacer por etapas sin ningún problema.
Hace un par de años Richard, un chico de Ermua al que hoy puedo llamar amigo me habló de ella y el año pasado en el primer intento me quedé en la mitad víctima de un inoportuno corte de digestión. Este año tenía dos objetivos, el primero obvio, terminar, el segundo, hablándolo con él, que no podía realizarla este año, el ir cerrando para no dejarnos nadie ni muy atrás ni solo.
Lo primero tras el obligado callejeo por la capital vizcaína era la subida al Pagasarri, monte muy importante para muchos bilbaínos. No en vano todos los días lo sube mucha gente. Voy atrás junto con el resto del clan Urko Gauez de Ermua, así les he llamado al conjunto de chicos y chicas que hacen de esta marcha algo único y diferente por el cariño hacia todos los participantes. También se preocupan de no dejar nadie atrás. Hoy les echo una mano. Ahí están Raúl, Jesús, Paula, Didac, y como no Richard, acompañado de Sonia, no andando, pero si formando parte activa de la prueba yendo a cada cruce y a cada parada que realizamos.
La primera de reagrupamiento ya pasado Pagasarri es la fuente del Espino donde aprovechamos para recargar agua mientras observamos las espectaculares vistas con Ganeko vigilante que nos oferta este lugar. De ahí hasta Okondo es una larga bajada por toda la falda de monte. Se enlazan senderos con pistas mientras descendemos entres bosques, riachuelos y mucha naturaleza.
Ya en la parte final se nos echa encima la noche y toca poner frontales. Pero antes hacemos otra parada en el Bar Txaparro para cenar un bocadillo. Estas paradas sirven para además de reagruparse para establecer conversación con otra gente, lo que hace una cohesión perfecta con todo el grupo.
Tras la cena salimos con la mirada puesta en la impresionante y escarpada Sierra Salvada (Gorobel), pero antes tenemos que hacer unos cuantos kilómetros por carretera. Es la única pega, que tampoco lo es, que le puedo poner a la marcha. Hay mucho asfalto, pero es que tampoco hay otra manera de unir varios puntos sin irnos a muchos más kilómetros y más desnivel.
Ya en Lendoño y después de coger agua afrontamos la subida final al Portillo de Aro. Empieza suave, pero poco a poco va ganando en dureza hasta terminar en una última pala realmente dura. Lo que reconforta es lo espectacular del recorrido con una visión nocturna de todos los montes y valles de alrededor, la cual comparto con Yoli, con quien hago esta parte. Arriba nos esperan de la organización para regalarnos otro precioso momento que no es otro que compartir un café junto con el resto de participantes. Este punto marca un antes y un después ya que tras este pequeño avituallamiento ya el grupo se fracciona y cada uno marca un poco su ritmo.
Yo me quedo en la parte de detrás junto con la gran Paula para no perder la referencia en esta larga bajada al pueblo de Barriga junto con Juanjo, que le cuesta bajar y con Andrés que a pesar de sus 69 años tiene un bagaje en montaña que ya les gustaría a algunos.
Ya en Barriga amanece y se agradece quitar el frontal. Se huele el desayuno en Bóveda, pero antes tras pasar el pueblo de Fresno encaramos una corta, pero en algún tramo exigente subida hasta la parte superior de esta línea de montes. Tras una preciosa bajada muy cómoda por un bosque que se va abriendo de vegetación y pasar por Quintanilla llegamos a Bóveda.
Allí nos espera un suculento desayuno con todo lo que nos podemos imaginar, incluso con chorizo a la sidra que estaba realmente bueno. Se trata de otro momento mágico donde las risas y el buen rollo se imponen ampliamente al cansancio. Salimos de allí con las pilas recargadas lo cual a buen seguro es necesario ya que toca la peor parte de la travesía. Se trata de una ascensión al portillo que separa Bóveda de Lalastra. No es tanto por lo dura, por el terreno que también, sino por las alturas de la prueba en las que se encuentra. Ahí vamos Yoli, Vega e Iñigo. Tras el paso por Lalastra llega el momento más esperado que no es otro que el tramo de la marcha que recorre el desfiladero del rio Purón. Solo este tramo merece visita aparte.
El rio todo el rato a nuestro lado, pozas increíbles, pasos de piedra esculpidos por el paso de los años. Vamos toda una ruta dentro de esta marcha. Finalmente llegamos a Herrán donde llega el momento de sacar las ultimas fuerzas de dentro para hacer los últimos diez. Se hacen, pero cuestan ya que además del hándicap del terreno, todo asfalto, el sol aparece y nos golpea duramente en esta parte final.
Pero ahí está, el puente de Frías, soportando estoicamente el paso del tiempo y recibiéndonos con los brazos abiertos. Tras esto toca ducha y comida de todos los participantes.
No puedo más que dar las gracias a todos y cada uno de los culpables de que esto, año tras año, sea algo más que una marcha. Esto es una familia y sobre todo es DISFRUTE, así en mayúsculas.
PLANES ALTERNATIVOS
Hoy proponemos dos planes alternativos y cercanos a la ruta sugerida:
· Cascadas de Tobera: Entre un bosque de quejigos, junto a un desfiladero y rodeado de cascadas está Tobera. Aquí el sonido del agua nos llevará a descubrir, por medio del cauce del rio Molinar tanto la naturaleza del lugar como su rico patrimonio. Dicho rio cruza el pueblo con pequeños saltos y se adentra entre las rocas donde, con los años, la erosión ha creado una estrecha garganta cuyas paredes parecen querer tocar el cielo. Durante un kilómetro seguiremos el cauce para contemplar todas las cascadas y saltos que discurren en su curso por Tobera. el paseo discurre por el margen derecho del río, por un camino empedrado de fácil acceso. Encontraremos diferentes miradores y puentes desde donde podremos observar las cascadas e incluso Si nos adentramos en la hoz, podremos ver cómo el agua cae desde lo alto. No perderse el salto final ya en Tobera.
· Visita al conjunto monumental de Frías y de Oña: imprescindible paso por dos localidades burgalesas que tienen mucho que ofrecer. En el caso de Frías entre otros muchos lugares, no debemos dejar de ver el puente medieval, el castillo, las casas colgadas, las puertas y el recinto amurallado, así como la iglesia de San Vitores. Por su parte Oña, también llamada la muy leal y valerosa villa de Oña, nos ofrece un sitio mágico como es el Monasterio de San Salvador con su espectacular claustro de los Caballeros y su no menos majestuosa nave central. También visitaremos la iglesia de San Juan, la estatua de Ponce de León, el museo del medievo y la calle Barruso.
Estos dos municipios, donde tenemos multitud de ofertas para comer lechazo o cordero y beber forman parte junto con Poza de la sal de la mancomunidad raíces de Castilla.
