Durante años, una de sus más icónicas postales ha sido la variedad de cruces que coronaban su cima. Hoy solo quedan dos, las más antiguas, pero durante las próximas semanas se llenarán de colores, debido a las cintas que los montañeros colocan allí para sanar el reúma. Eso manda al menos la tradición. Septiembre y el monte Hernio vuelven a unir sus caminos un año más con las tradicionales romerías que se celebran cada domingo durante este mes, una cita que congrega a cientos de montañeros

Con sus 1.078 metros de altura, la del Hernio es un de las cimas más emblemáticas de Gipuzkoa, a la que se atribuyen poderes curativos. Más allá de la tradición de las cintas de colores, son varias las leyendas que rodean esta cumbre. Quizás la más extendida es su capacidad de quitar los dolores y fortalecer los huesos. Pero para ello, hay que llegar a la cresta. El rito dice que justo antes de emprender la última rampa, en la cruz de Sandora, hay cinco anillos de hierro por los que hay que pasar, al menos una vez (no hay consenso a este respecto, ya que otros dicen que hay que hacerlo tres veces). 

Aquí mismo, el senderista puede comprar las cintas de colores (rojas, blancas y verdes), así como con cruces y cencerros . 

Fiesta en Zelatun

Una vez hecha cima, la fiesta se apodera de las campas de Zelatun, a 859 metros. Allí, las bordas de Antonio y Agirretxe sirven de escenario para descansar y reponer fuerzas, degustando los pintxos de chorizo, carne cocina o las raciones de caldo propias del lugar. Todo ello amenizado con grupos de trikitilaris que hacen las delicias de los presentes y provocan que ascender al Hernio en septiembre sea una fiesta que no se repite en todo el año. 

El Hernio es uno de los montes más emblemáticos de Gipuzkoa, al que se atribuyen poderes curativos contra el reúma, entre otros

Para llegar a la cima desde Tolosa existen dos opciones. La primera, parte desde la iglesia San Francisco, en pleno centro de la villa papelera, en dirección al barrio de Montezkue, y posteriormente dirigirse al barrio de Urkizu.

La otra opción es comenzar la ascensión desde el propio barrio de Urkizu, donde se puede dejar el coche. El camino rodea el precioso hayedo de Iraola y Mendikute, donde existen los restos arqueológicos de una fortificación de la Edad Media.

También se puede ascender desde Asteasu hacia el puerto de Andazarrate. En la venta de Iturriotz puede dejarse el coche y, desde ahí, comenzar la ascensión, que empieza en la ermita de San Juan, a cuya fuente también se atribuyen poderes curativos, especialmente contra la sarna.

Desde allí, un camino por un pinar llevará hasta Zelatun, por una empinada cuesta que, sin embargo, evitará las piedras resbaladizas.  

En corto

  • Domingo: cita semanal. Aunque también se producen romerías en otros momentos del año como en Viernes Santo o en agosto, quizás sean las romerías de los domingos del mes de septiembre las que más montañeros congreguen en esta emblemática montaña, de 1.078 metros de altura. 
  • Reúma: tradición. La tradición dice que los montañeros deben surbir a la cima del Hernio provistos de cintas de colores que colocarán sobre la cruz de Sandora, justo antes de emprender la cima. Se dice que se trata de una especie de ofrenda que los montañeros realizan para sanar el reúma. 
  • Zelatun: La fiesta. Las campas de Zelatun, a 859 metros de altura, se convierten en el epicentro festivo de la romería. Las bordas de Antonio yAgirretxe ofrecen pintxos de chorizo, carne cocida y caldo a los montañeros, el avituallamiento perfecto para aquellos que han hecho cima. Por otra parte, los trikitilaris aportan la música y el ambiente festivo a la jornada.