Alex Saleta (Lasarte-Oria, 8-6-2001) fue uno de los refuerzos estivales del Ordizia. Tras debutar con la selección española hace unos días, el flanker encara con optimismo la segunda parte de la temporada del club.

¿Cómo tiene el cuerpo tras haber jugado la semana pasada ante Georgia en Tiflis (38-3)?

–Fue un partido duro, pero la verdad es que muy bien. Íbamos mentalizados de que iba a ser una guerra por la parte física. Los contactos fueron muy duros, pero volvimos con buenas sensaciones. El partido se nos fue en la segunda parte.

¿Listo para jugar el sábado con el Ordizia?

–Sí, con muchas ganas y mucha ambición. Tenemos el objetivo de ganar todo lo que nos queda.

Debutó con la selección española en el encuentro anterior, el pasado día 11, ante Alemania en el Central de Madrid (27 -5)...

–Fue muy bonito, tenía a gente conocida en la grada, mi familia, amigos... Fue la primera vez que jugaba en un campo con tanta gente. Encima, la selección está rejuveneciéndose, es un grupo muy joven, está en una época de transición y todos me han acogido muy bien. Todos los que estamos ahí estamos muy contentos. Fue una experiencia inolvidable.

Antes de debutar con la selección española absoluta jugó con los Iberians, una especie de selección no oficial que juega la Rugby Europe Super Cup, con jugadores como Iker Aduriz o Urko Zumeta...

–Creo que llegué a debutar con Alemania por haber jugado con Iberians. Es como un paso intermedio para los jugadores jóvenes que todavía no están en la absoluta. El hecho de trabajar a alto rendimiento sin la exigencia de la competición, y con la exigencia personal de mejorar y de adaptarte, es algo que nos viene muy bien a los jugadores.

La Federación Española se está volcando para intentar que la selección se clasifique para la Copa del Mundo de 2027. ¿Cómo lo ve?

–Todavía es muy pronto para saber nada, pero con las ganas y el hambre que tiene el equipo, el margen de mejora que tenemos y lo que estamos mejorando cada semana de concentración, creo que vamos a estar en la pelea, seguro. Si ves el partido ante Países Bajos –que ganó España por 18-20– y el de Georgia, aunque el resultado no refleje lo mismo, hubo una mejoría notoria.

Comenzó a jugar al rugby en los Beltzak de Lasarte- Oria, un equipo hermanado con el Zarautz. ¿Llegó a jugar con el primer equipo zarauztarra?

–Sí. Mi primer año como senior, antes de marcharme a Baiona, jugué un año con el Zarautz en División de Honor B. Lo que pasa es que esa temporada se cortó por el covid.

Como flanker, ¿quién ha sido su referencia?

–En la tercera línea el referente en Euskadi es Asier Usarraga, que actualmente está jugando en Brive, y desde pequeño me han gustado los terceras más bajos y más activos, como Michael Hooper y David Pocock, que jugaron con Australia el Mundial de 2015.

De Zarautz pasó a la cantera del Aviron Bayonnais...

–Estuve dos años en el centro de formación, en el equipo espoir (sub-23). Era todo muy profesional, que era lo que yo buscaba. Para mí, para los jugadores jóvenes de la zona, es el mejor sitio para mejorar y evolucionar, pese a que es muy difícil llegar al equipo profesional, cosa que, por ejemplo, sí ha conseguido Manex Ariceta, y estoy muy contento por él. Tienes tres años menos que yo y coincidimos en un par de entrenamientos, pero no he tenido la suerte de coincidir en el mismo equipo.

De allí de marchó al Saint Jean de Luz Olympique, en National 2.

–A mí no quisieron darme la oportunidad de desarrollarme allí, pero sí que es una categoría de nivel, con equipos de muchísima calidad.

Desde allí llegó el pasado verano a Ordizia. ¿Cómo se produjo su incorporación?

–Fue muy fácil. Tenía ganas de cambiar de aires, y tampoco quería irme a jugar fuera. La directiva me llamó, estuve encantado y aquí me presenté.

Alguna vez ha comentado que Julen Goia ha sido uno de sus referentes...

–Julen Goia es familia política de mi hermano y lo conozco desde hace bastante. Fue una de las cosas por las que firmé por el Ordizia. 

¿Qué le está pareciendo el Ordizia?

–Es un proyecto nuevo, con un equipo nuevo con muchísimo margen de mejora. Ya se ha visto que el arranque de la liga nos costó mucho, pero, poco a poco, basándonos en la defensa y en nuestros puntos fuertes hemos conseguido darle la vuelta a la temporada, y ahora mismo veo al equipo capaz de pelear por todo. 

¿Es muy diferente un club como el Ordizia a otro como el Saint Jean de Luz Olympique?

–Puede que el nivel de los jugadores sea un poquito menor, porque en el Saint Jean de Luz casi todos los jugadores han estado en la antesala del rugby profesional o lo han probado, pero aquí se trabaja muy bien y de una manera muy profesional. Los compañeros me han acogido muy bien desde el primer momento y me han cuidado. Yo soy de Lasarte, estoy estudiando un grado de Robótica Industrial en Usurbil, y el hecho de poder jugar a alto nivel y poder estar en mi casa y con mi gente es algo que me ayuda mucho.

¿Qué le está pareciendo la División de Honor A?

–Es una categoría muy competitiva, que se ha igualado mucho este año con la reglamentación de los fichajes y de los extranjeros. Quitando los equipos de arriba, como VRAC o Burgos, que van en otra liga, y otros que están en la pelea, como Sant Boi y Ciencias, para el resto es una liga conjunta y cualquiera puede ganar a cualquiera. Es una liga que exige mucho, más que a nivel de juego a nivel mental, porque no hay que dar por perdido ningún punto.

La primera fase de la liga habrá sido dura para el equipo…

–Sí. Haber perdido los primeros partidos, quitando el de Alcobendas, nos puso una barrera que nos ha costado mucho superar. Ahora que me hemos empezado a ganar partidos y a ser solventes, nos podemos agarrar a eso e ir mejorando poco a poco. 

¿Cuál fue la clave para que llegaran los buenos resultados?

–No sabría decir si ha sido por un cambio de chip o por qué. No hemos cambiado la manera de entrenar. Nos hemos dado cuenta de que lo único que nos quedaba era jugar finales, y el hecho de haber tenido el culo prieto ha hecho que cada uno dé un poco más de sí y hemos podido revertir la situación. Y hemos pasado de ser penúltimos a estar empatados a puntos con el séptimo clasificado. Nos están empezando a salir las cosas que estábamos trabajando desde la pretemporada. Cuando se trabaja y no se consiguen resultados es más complicado seguir trabajando. Por mi parte, estoy muy contento.

¿Esperaba una temporada así?

–El principio de temporada que se ha dado de una manera que no me esperaba de un equipo como Ordizia. Saber sobreponernos a estas situaciones y darles la vuelta es parte de un proceso nuestro como jugadores, y eso lo estamos cumpliendo.

El Ordizia comienza la segunda fase de la liga este sábado en Avilés, frente al Belenos (16.30 horas). ¿Qué objetivos se han marcado para esta segunda vuelta?

–Ganar todos los partidos y clasificarnos como primeros del grupo de abajo para entrar al play-off por el título y jugar, posiblemente, frente a VRAC o Burgos los cuartos de final. Creo que ahora mismo, tal y como está el equipo, podemos aspirar a cualquier cosa si hacemos las cosas como hemos venido haciéndolas o mejor, que también es nuestro objetivo.

¿Ve al Ordizia capaz de luchar por la liga?

–No te digo ni que no ni que sí. Se va a haber cuando acabemos estos cinco partidos y veamos las sensaciones que tengamos. Yo, por cómo soy como persona y como jugador, nunca descarto nada. ¿Es realista? Puede ser que no, pero yo, como jugador, si no quisiera pelear por todo no jugaría.

El Belenos ganó en Altamira...

–Es un equipo complicado, que hace un juego bastante cerrado que nos va a exigir mucho, tanto en defensa como en ataque. Es una liga nueva, y el que gane los cinco partidos va a quedar primero.