Ha llegado la hora definitiva. Este domingo por la mañana en la bahía de Donostia va a tener lugar el desenlace de la presente edición de la Bandera de la Concha, sin duda la más preciada del verano para cualquier amante del remo. Pasar el corte en la clasificación ya supone un éxito en muchas ocasiones, pero no se puede cortar las alas a la ambición y a las ganas de dar un paso más. Es la idiosincrasia de un deporte que exige tantas horas y, sobre todo, tanto sacrificio. Ambas cosas van unidas. Todo el frío en invierno, todo el calor en verano, todo el sufrimiento, todo el cansancio y toda la exigencia, física y mental, tienen sentido por días como el de hoy, en el que la gloria espera a la vuelta de la esquina.

Este deporte exige una fidelidad ciega que muchas veces desde tierra no se valora como se debería, realizando juicios de valor absurdos e injustos. Sin ese sacrificio y pundonor este deporte moriría y una parte de nuestra cultura solo perduraría en los libros de historia. Deportistas profesionales como en pocas disciplinas, y que encima no viven de ello, que deciden dedicar su tiempo en mantener viva una llama centenaria que aún perdura. Horas de viaje y entrenamiento quitadas al ocio y a su gente más cercana, pero con un respeto reverencial a sus colores, a su gente y a sus compañeras. Agradecimiento sincero a una labor durísima por vocación y amor al arte. Todo ello vale la pena por remar en La Concha.

Donostia Arraun Lagunak tiene el título encarrilado, pero no sentenciado

Donostia Arraun Lagunak llega a la cita con 10 segundos de ventaja, una diferencia suficiente como para pensar que tiene muy cerca revalidar el título. Solo en dos ocasiones en todo el año ha sido superada por una diferencia mayor que esa, se ha llevado dos de los tres campeonatos y doce victorias de las 16 regatas disputadas en liga. Todo eso, sumado a que nunca se ha remontado una diferencia así en la Bandera de la Concha femenina, hace pensar que la posibilidad de remontada sea mínima y que la Lugañene se vaya a llevar su tercer triunfo consecutivo en esta prueba, que sería su tercer doblete seguido, el cuarto de su historia y se quedarían a solo uno del registrado por el ciclo histórico de San Juan, que paró la cuenta en cinco.

Sin embargo, y como esta prueba tiene vida propia, el resto de embarcaciones van a salir en busca de una difícil pero no imposible remontada. Tolosaldea no va a salir a dar un paseo por la bahía, va a salir a ganar, para no hacerlo no van a echar el bote al agua. Se van a tirar en plancha a por el más mínimo reducto de esperanza, misma situación de una Orio de la que hoy se despide Patxi Francés. Cualquier opción que haya de buscar la remontada la van a intentar aprovechar, sabiendo del enorme reto que es levantar diez segundos a la Lugañene. Cada una de las dos lo ha hecho solo una vez, la Zerkausia le metió 16 segundos en Donostia en liga en la tercera jornada, y Orio en la regata de casa 28, cada una de ambas pruebas con sus peculiaridades. Se supone que son dos accidentes, pero las de Juan Mari Etxabe tienen prohibido cualquier exceso de confianza. A 16 segundos acabó en la primera jornada Zumaia, que será la que cierre la tanda de honor. De quedarse fuera a salir en el turno de privilegio en la segunda jornada. Este deporte tiene sus peculiaridades.

Cinco segundos de diferencia en la tanda inaugural

En la primera jornada saldrán Astillero, Donostiarra, Hibaika y Hondarribia. Entre las cuatro hay menos de cinco segundos de diferencia, lo que apunta a una tanda abierta vistas las condiciones de mar que hay. Al final de temporada están llegando mejor las cántabras, pero el acierto de las patronas viendo los casi dos metros de ola que va a haber y el sorteo de calles van a jugar un papel fundamental. Uno de los alicientes es ver, por cierto, el nivel que muestra Donostiarra, no por su desempeño de agosto en adelante, sino por ver sus prestaciones con el playoff en el horizonte.

El desenlace está servido y la batalla también. Puede parecer una bandera sentenciada, pero ni mucho menos. Cualquier acierto o error pueden hacer que todo de la vuelta en un abrir y cerrar de ojos. Dicho lo cual, cuando hoy todas crucen la meta en La Concha, solo va a quedar aplaudir, alabar y agradecer el trabajo realizado. No será en la rampa, tema del que se ha hablado mucho y del que se seguirá hablando al menos hasta que pase esta edición. Quedan reflejadas las quejas de los y las protagonistas. Eso no quita que hoy, a las 11:00, la historia tenga una cita en el Cantábrico.