No se puede decir que no estaban peleando la victoria, pero vaya lugar para ganar la primera, en Zarautz y remontando. Se dice rápido.

Para nosotros es un sueño. Es una regata muy importante, histórica, en un lugar muy importante, un sitio muy bonito, a doble jornada y es una de las banderas más preciadas de la temporada. Ha sido ideal.

Vaya regata hicieron el domingo, proa de regata prácticamente desde el arranque. ¿Antes de la regata hasta qué punto confiaban en la remontada? Remontar cinco segundos a esta Urdaibai no es tarea sencilla.

Nosotros tampoco hicimos una charla específica con intención de remontar o de buscar la bandera. Simplemente fuimos a disputar la tanda, porque entendíamos que si disputábamos la tanda íbamos a estar con opciones a todo. Nosotros salimos a eso, pero es lo que llevamos haciendo toda la temporada, vayamos a la segunda tanda o a la tanda de honor. El domingo no fue diferente en ese sentido.

¿Y en el agua hubo algún momento en el que se dieron cuenta de que podían remontar esos cinco segundos? Desde fuera dio la sensación de que en el segundo largo cogieron mucha confianza

Yo no miré mucho hacia fuera, pero sí que me dijeron por el pinganillo que íbamos en proa de regata en ese segundo largo. Pero el campo estaba muy dinámico, había momentos para cada calle y en cualquier momento podías irte pero también se te podían echar encima o se te podían ir. Yo, personalmente, iba muy metido en el bote intentando aprovechar cada ola, cada momento y cada estímulo y no fui realmente consciente de que estábamos remando de una manera tan sólida como luego igual sí se vio desde fuera.

La trainera funcionó muy bien en popare los dos días, eso no creo que sea casualidad.

No, la verdad es que los dos días hemos vuelto muy bien, de los días que mejor hemos vuelto durante la temporada. Hemos intentado mejorar en ese aspecto, porque no terminábamos de volver del todo finos, y este fin de semana la verdad es que hemos vuelto muy bien.

Me tiene que explicar ese movimiento de cruzarse todo el campo de regateo para acabar la regata. Porque esa fue la clave de la victoria.

Había una mar de fondo que pegaba de la calle uno a la cuatro, pero luego había una pequeña ola de viento que venía a la inversa, de la cuatro a la uno, y empujaba bastante. Y cuando venía ese viento intentábamos aprovecharlo, y la dirección que había que darle a la trainera era esa, o yo al menos lo interpreté así y por eso en el último largo nos dejamos caer un poco a estribor.

El último largo estuvieron haciendo la goma Urdaibai y ustedes, mientras uno aumentaba la diferencia el otro seguido la recortaba. Me ha dicho que estaba usted muy metido en su trabajo, pero no sé si con la información que le llegaba usted pensaba “esta tiene que ser la ola”…

Es que la regata estaba para hacer una avería en cualquier momento. Ya se vio tanto el sábado como el domingo, como perdieras cualquier ola se te podían ir, entonces tenías que estar medidísimo en tu trabajo. Yo no tuve margen para mirar, me dijeron a falta de unos 500 metros que íbamos tres segundos por delante y yo solo pensé que eso era cuestión de una ola, que o nos pasaban o los dejábamos ahí. Era cuestión de enganchar una ola. Fue lo que intentamos hacer y lo que por suerte conseguimos hacer.

Es que esa última ola era un todo o nada, imagino que le habrán felicitado.

¡La verdad es que en ese momento se nos puso ahí esa última ola para darle! Ya no había fuerzas, no quedaba nada, y fue darle con todo corazón y picarle hacia arriba. Y al final esa ola fue la que nos dio la victoria. Y claro, muy contentos.

¿Se les había quedado una espinita clavada del sábado? Porque el trabajo también fue muy bueno.

Sí y no. Sí que es verdad que el sábado como comentas hicimos una regata muy buena y completa, y sí que se nos quedó esa pequeña espinita de esa ola, de ese último minuto. Pero muchas veces estás a merced de la mar, y es la propia mar la que te brinda la oportunidad de poder lanzar el bote o no. No nos terminó de entrar esa pequeña ola al final, a Urdaibai sí, cogieron esa ola y entraron por delante. El domingo fue a la inversa y fuimos nosotros los que lo aprovechamos.

Donostiarra viene de menos a más durante la temporada. Esta regata entiendo que para ustedes es la recompensa a un buen trabajo.

Sí. Yo creo que nos lo merecíamos. El inicio fue muy duro además por razones extradeportivas y sí, creo que los resultados poco a poco han ido saliendo, pero creo que ya desde la cuarta o quinta jornada veníamos haciendo mejores regatas de lo que mostraban los resultados. Una vez pasada la tragedia del hermano de Ioritz (Orbegozo) creo que empezamos a hacer regatas bastantes completas, se podría decir que a partir de Zierbena. Una vez que hemos podido meter el morro en tanda de honor es cuando se ha visto que el bote anda.

Imagino que el hecho de que ahora mismo parezcan la segunda en discordia en cuanto estado de forma no acababa de ser tan satisfactorio mientras no llegara ese premio de la bandera.

Una bandera es el colofón al trabajo que estás haciendo. Sí que veníamos pegando al palo como se suele decir, haciendo segundos puestos, terceros, en Hondarribia también hicimos una gran regata y se nos fue el proel al agua en la primera ciaboga… hemos tenido muchos sobresaltos, pero en el equipo a nivel interno teníamos la sensación de que estábamos andando y de que cualquier día podíamos conseguir una victoria.

Lleva ya muchos años en Donostiarra. ¿Es la bandera más importante que ha conseguido nunca?

Sí, sin duda. Porque es la más preciada. Después de la Bandera de La Concha, Zarautz al ser a doble jornada, en el sitio que es, siendo una bandera histórica… es que antiguamente cuando había otro tipo de preparación todos los botes cuando se acercaba la Bandera de La Concha enfilaban Zarautz y se veía el verdadero potencial. Es una bandera histórica y simbólica. Sin duda es la más importante.

Hace poco hablé con su entrenador, Igor Makazaga, y me comentó que a principio de temporada hicieron pruebas pensando en llegar a este momento. Parece que esas regatas que no salieron tan bien están teniendo su recompensa ahora.

Al principio no terminaban de salir las cosas, aunque yo creo que estábamos dando un nivel bueno. No sé si como el de ahora, pero no creo que estuviéramos haciendo las cosas de una manera tan diferente a como las estamos haciendo ahora, simplemente a veces faltaba ese punto o de confianza, o de suerte, o de todo un poco, y no terminábamos de explotar. Las últimas regatas estamos ganando en confianza, estamos explotando y están viniendo los mejores resultados.

Faltan dos semanas, pero le tengo que preguntar por la Bandera de La Concha. Parecía imposible que Urdaibai perdiera una bandera a dos jornadas, pero ustedes han decidido darle una vuelta de tuerca a eso.

Está en el horizonte, pero tenemos otro fin de semana importante antes. Pero es una regata única, especial y a doble jornada. Tienes que dar lo mejor que tienes y luego tener esa pizca de suerte. Hay que estar abierto a todo tipo de escenarios, mirar hacia dentro y dar lo máximo. Luego ya veremos después del primer domingo dónde estamos y a qué podemos optar.

Pero imagino que la confianza en tener esas opciones de poder optar al triunfo habrá aumentado después de este fin de semana.

La confianza y las ganas están ahí. Es que a Bermeo nunca le habíamos podido batir en un cara a cara, siempre se nos escapaban o en el último largo o saliendo de la tercera ciaboga, pero siempre había un momento en el que rompían regata. Este fin de semana ha sido diferente, y eso te da esperanzas y piensas que se les puede ganar. Pero nosotros lo que tenemos que hacer es sacar nuestro cien por cien e ir a lo nuestro. A partir de ahí vendrá lo demás.

Me comentaba usted que este fin de semana es importante. Ondarroa y Getaria, ¿cómo ve las dos regatas?

Son dos pueblos importantes de la costa y dos banderas atractivas. Intentaremos adecuarnos a cada campo de regateo, en Ondarroa tendremos brankas y popare pero en Getaria el domingo tendremos ola de costado. Vamos a ver qué tal nos adaptamos, cómo está la mar y a ver si podemos pelear también este fin de semana por estar ahí adelante.