Hondarribia e Hibaika han certificado este fin de semana su ascenso a la nueva Liga Euskotren, que la próxima temporada van a disputar ocho equipos en vez de cuatro. La Madalen y la Ama Guadalupekoa lograron el sábado certificar los dos primeros puestos en la general de la ETE y con ello, con dos jornadas aún por disputarse –ahora ya solo una–, su plaza en la máxima categoría para el curso 2023. NOTICIAS DE GIPUZKOA se ha puesto en contacto con los entrenadores de ambas embarcaciones para hacer repaso de lo que ha sido su temporada. Iker Cortés, técnico de Hondarribia, señala que han cumplido con el objetivo: “Después de haber bajado el año pasado, que parecía que éramos favoritas para pasar el play-off y nos quedamos fuera, nuestro primer objetivo era ascender y lo hemos conseguido. Ahora queremos ganar la liga y hacer una buena Concha”. Pero aunque el objetivo se ha cumplido, el técnico de Sestao reconoce que en la temporada de invierno tuvieron algunas dudas que a medida que fue avanzando el trabajo fueron desapareciendo: “Lo habían dejado bastantes remeras, pero las que vinieron y subieron de la base han dado el callo perfectamente y tenemos un bote igual de competitivo que el del año pasado o incluso más. Hemos ido cada vez a más, cambiamos de trainera y nos supuso un plus también. Estamos muy contentos, en los entrenamientos veías que el equipo rendía. Es importante para un club como Hondarribia estar ahí”.

Iker Azurmendi Iker Cortés, técnico de Hondarribia

En cuanto a Hibaika, es el retorno de un bote histórico del remo femenino a la máxima categoría. Con Iñaki Mendizabal al frente del equipo, las de Errenteria vuelven a una categoría que abandonaron en 2017: “Este club estuvo liderando la máxima categoría con San Juan y estuvo a punto de ganar La Concha. Ahora volvemos después de cinco años. Llevábamos un colchón de puntos importante y nos faltaba certificarlo matemáticamente. El objetivo está cumplido y ahora ya tenemos otros objetivos en mente”. Y es que el entrenador de la Madalen deja claro que subir era el objetivo: “El objetivo era subir sin tener que ir al play-off, quedar entre las dos primeras. Pensábamos que quizá podía haber más competencia, más traineras metidas en el lío y al principio parecía que podía ser así, pero se fue definiendo y fue a nuestro a favor”. Ha habido mucho trabajo en Hibaika desde que perdieron la categoría en 2017. El técnico de las de Errenteria destaca que en los últimos años lo ha ido dejando gente en el proyecto y que el relevo en este caso “quedó en manos de gente más joven, sin mucha experiencia pero tirando del carro con mucha ilusión. El equipo se quedó con gente joven, de entre 17 y 20 años, y ha habido que empezar de nuevo, no de cero pero sí generar un nuevo proyecto que ilusionase a la gente y crear objetivos reales, ambiciosos y alcanzables. Esta ha sido mi segunda temporada, empezamos con buen pie y se crearon buenas bases para poder lograr ascender esta temporada. Gracias al esfuerzo de las remeras y del club se ha conseguido subir”.

Respecto a objetivos futuros y a medio plazo, en Hondarribia tienen claro que los pasos van a ser coherentes y medidos, sin hacer una gran revolución: “No nos vamos a volver locos ni vamos a empezar a hacer cosas raras. Vamos a seguir trabajando como trabajamos con la gente de casa y lo que seamos capaces de dar bienvenido será. Si conseguimos mantener el nivel estará bien, y si conseguimos algo más será bienvenido”. No se espera que haya salidas en la Ama Guadalupekoa, lo cual siempre es beneficioso para mantener el ritmo de trabajo. En el caso de Hibaika, el primer paso es consolidarse en la máxima categoría: “El bloque del equipo es joven y, si se consigue que siga durante varios años, el objetivo ha de ser asentarse y mirar hacia arriba. Hacia abajo no hay que mirar porque puede ser contraproducente. El objetivo ahora mismo se centraría en estar en tierra de nadie, pero en la máxima categoría. Estar arriba con equipos como Orio y Arraun Lagunak es muy difícil, pero tampoco sería bueno pensar solo en no descender. Hay que ser ambiciosos y mirar arriba, pero si te toca disputar el play-off pues te toca y punto. Ojalá en el futuro podamos optar a lograr banderas”.

La concha, en el horizonte

Falta una jornada aún para el término de la Liga ETE y ambas embarcaciones quieren acabarla de la mejor manera, pero es verdad que de reojo los dos entrenadores están mirando a la clasificatoria y, salvo sorpresa, no parece que ninguna de las dos vaya a quedarse fuera. El objetivo de Iker Cortés es ambicioso. Le gustaría, tras primero clasificarse, intentar llegar a la tanda de honor de la segunda jornada. “El primer objetivo es clasificarse. Aunque parezca que podemos dar el nivel, ese día concreto pueden pasar mil cosas y te puedes quedar fuera. Una vez dentro el objetivo sería intentar estar en tanda de honor”. Por su parte, Iñaki Mendizabal quiere terminar la liga intentando lograr una victoria, pero no niega que en el horizonte está la clasificatoria. “Todavía estamos centrados en terminar bien la liga, nos gustaría terminar ganando, pero tenemos el objetivo de pasar la clasificatoria y de estar los dos domingos. Más allá de eso no pensamos”.