Orio y Arraun Lagunak han empezado la temporada igual que la acabaron el año pasado, con una igualdad que ha generado una gran expectación por ver quién consigue destacarse. El sábado en la primera jornada fue para las donostiarras, el domingo fue para las oriotarras, para empatar a puntos en la general. Este fin de semana entre la incertidumbre que siempre generan las regatas en Galicia, máxime con las condiciones previstas, y la presión que pueden tener ambas embarcaciones está por ver quién toma ventaja. En A Coruña no se ganan ligas, pero sí se pueden perder.

Es muy poco probable que una de estas dos traineras baje este fin de semana de esos dos primeros puestos y debería ser la confirmación, si es que aún no la tenemos, de que va a ser otra liga de dos y que se decidirá por pequeños detalles. Pero los pareceres en deporte valen para poco. Para la primera jornada de la ensenada de Orzán se prevé mucho viento, lo que a priori va a provocar una mar complicada y por lo tanto una regata que se va a llevar la que antes se adapte a las condiciones y la que sepa aprovechar mejor su momento.

Dicho de otra manera, la que menos errores cometa. El año pasado la bandera tras la sumatoria de las dos jornadas fue para Orio por solo cuatro centésimas, ganando el domingo y levantando el tercer puesto del sábado, en la que fue superada por la Donostiarra que intentará acercarse más a lo que fue este pasado sábado en Bilbao que a lo que fue el domingo en la bahía de la Concha. Las entrenadas por Rufo Urtizberea están aún en proceso de adaptación tras los numerosos cambios que ha habido en la trainera y van a intentar estar cerca de la cabeza, pero si la Lugañene y la Txiki no fallan va a ser difícil. Tolosaldea, por su parte, va a intentar escapar al menos por un día del farolillo rojo en este año de debut en esta categoría tan exigente.

Las 18:00 es la hora marcada para que el semáforo se ponga en verde y empiece la pelea. La emoción está servida.