dONOSTIA - Nunca antes la avería de una embarcación de la organización había causado tanto revuelo en la Asociación de Clubes de Traineras (ACT). La ausencia de una motora de repuesto obligó a un balizador a coger una txalupa y armarse de fuerza y paciencia para arreglar la colocación de los toblerones de publicidad de la meta, que se habían quedado muy cerca de la calle 1. “He sufrido por ese hombre, no es de recibo ver esa imagen en una regata de ACT”, explicaba ayer a este periódico el presidente de San Pedro, Antxon Corman. Según el directivo pasaitarra, lo de ayer fue un “despropósito y una falta de respeto para el remo en general y los remeros, en particular”.
Uno de esos remeros que sufrió en el agua fue el veterano proel de Hondarribia, Txalo Carrion, que calificaba de “desastre” lo acontecido en Castro. “Hoy -por ayer- hemos retrocedido a hace veinte años”, se lamentaba el remero de la Ama Guadalupekoa, que ha estado “tres horas y cuarto en el agua” junto al resto de compañeros. Otra de las grandes quejas de clubes y remeros fue la rapidez en la toma de decisiones. Carrión coincide en la idea de que “se hiciera en formato contrarreloj, visto lo sucedido en las tandas anteriores”, pero no entiende que “la ACT no tuviera un plan B para sacar adelante la regata”. Además, el proel recuerda que “en Zierbena, con estos mismos baliceros, ya tuvimos problemas con la boya de nuestra calle, que estaba movida”.
Los verdes no impugnaron aquella vez, como tampoco lo hará San Pedro por lo sucedido en Castro, a pesar de que se han sentido perjudicados. Su presidente asegura que “se podía haber celebrado la regata en línea perfectamente y así lo creímos la mayoría de clubes y los jueces”. “Lo que ha sucedido es que Orio y, sobre todo, Lekittarra tenían el interés de que se remara a contrarreloj. Casualmente les tocaba la calle 4, a priori la peor”, explica Corman, que denuncia que, “cuando se iba a dar la salida, Lekittarra ha cruzado el bote a propósito y es cuando se ha cambiado a contrarreloj”. Para el dirigente pasaitarra, “esta actitud es antideportiva: nosotros somos conscientes de la situación en la que estamos, pero la salvación hay que pelearla en el agua y no haciendo esas maniobras”.
En el otro lado de la balanza, el presidente de la ACT, Borja Rodrigo, destaca que, “lejos de parar se ha solventado la situación de esta otra manera”. El dirigente reiteró a la llamada de este periódico sus disculpas a los remeros y aseguró que, “tras recabar la información, la valoraremos y tomaremos decisiones si hubiera que tomarlas”. - J. Izquierdo