"El segundo puesto sabe casi a triunfo; Kaiku va muy fuerte"
Zarautz. Hondarribia Orsa batió ayer por quince centésimas el fenomenal récord del campo fijado en 2008 por Castro (19:19.69), cuando aquella La Marinera que luego apabullaría en La Concha borró el longevo registro fijado en 1992 por San Pedro (19:24.21). La Ama Guadalupekoa también rebajó en más de seis segundos la plusmarca castreña tras el cómputo de las dos jornadas de la Ikurriña de Zarautz (38:50.24). Sin embargo, pese a su regata de bandera, los de Mikel Orbañanos se fueron a casa con las manos vacías: ni ganaron la tanda, ni fueron los mejores del día, ni tampoco ondearon la ikurriña zarauztarra. Todo eso, el juego, el set y casi el partido de la Liga San Miguel, se lo llevó Kaiku. Con el mismo catorce que la víspera, a la Bizkaitarra se le ha atascado la caja de cambios en este mes de agosto. El problema es que se le ha escasquillado con la sexta metida, y de momento no hay quien le eche el freno. Ni batiendo los récords, como ayer Hondarribia, que se quedó a casi once segundos de la bandera y repitió la segunda plaza de 2010, cuando ganó la segunda jornada pero tampoco asió mástil alguno.
El regatón de Kaiku coincidió con el día gris de Urdaibai, que acabó quinta y se aleja a doce puntos del liderato a falta de tan solo seis regatas. Y eso que, por centésimas, salvó un punto gracias a la sanción de tres segundos que recibió Astillero por escaparse en la salida de la segunda tanda, en la que San Juan se creció hasta auparse con la tercera plaza de la jornada.
José Manuel Francisco tuvo ayer más motivos aún que el sábado para sentirse, como aseguró, contrariado. La Bou Bizkaia, con cinco cambios respecto al sábado -incluido Lur Uribarren en lugar de Gorka Aranberri- y solo cinco remeros en la misma tosta, no encontró la soltura necesaria para deslizarse en las aguas zarauztarras, que parecían una pista de hielo marino.
Cada regata de Kaiku es casi un calco perfecto de la anterior, lo que convierte las crónicas en un corta y pega: se sale de brankas, aguanta en popare e incluso rasca décimas en cada ciaboga, quizá gracias a ese bote aplatanado, pero sin duda, merced a una tripulación que raya la perfección y ha catapultado a Asier Zurinaga en la clasificación de patrones, con cinco puntos de ventaja sobre Ioseba Amunarriz.
En la salida de la tanda de honor, Kaiku, Urdaibai, Tirán y Hondarribia estaban en un pañuelo de siete segundos, y a los de Sestao ni se les ocurrió especular con la renta. De salida, con esa frenética txanpa a 55 paladas por minuto, enseñó su proa, pero solo Tirán se descolgó, pese a que Dani Pérez echó mano de los seis titulares que dejó fuera el sábado.
En el segundo largo, Kaiku acertó a empopar sobre la pequeña baga que impulsaba la calle uno -Castro y San Juan también ganaron sus tandas por el mismo andén-, y solo Hondarribia aguantó el tirón, al ceder, como San Juan, un segundo.
En el tercer largo, ese en el que crujen hasta las entrañas, Kaiku acabó de romper la regata con un pilón que percutía a 35 mazazos por minuto. La maquina engranaba con tal exactitud, que Zurinaga rogó a Korta que no le escupiera tantas indicaciones por el pinganillo. Era ya el récord del campo lo que estaba en juego, y los sestaotarras sacaron otros tres segundos a los bidasotarras -con el único cambio de Aner Etxart por Orbañanos-, mientras el resto se dejaba al menos seis; diez en el caso de Urdaibai, que, presa de la desesperación, no era capaz de rematar su remada y era neutralizada por Tirán.
Hondarribia afrontó el largo final a nueve segundos de Kaiku y el ácido láctico por las nubes, pero lejos de venirse abajó, se conjuró con la mar para sacar la tijerar y recortar un porvenir tan verde como la tinta que tiñó ayer Zarautz.
Pese a sus 41 paladas por minuto, la Libia se rezagó alarmantemente -San Juan le encasquetó doce segundos en esa recta-, pero maquilló su día negro con tres puntos tras mejorar a Orio y Camargo por un puñado de centésimas. Apenas un suspiro que es todo un mar de oxígeno para la Mirotza, que a falta de un largo cedía dos puntos vitales a la Virgen del Carmen y terminó con uno de ventaja. Todo un alivio a estas alturas de liga tras ser la única embarcación que superó los 40 minutos tras las dos jornadas.
La tanda fue para Castro, que en un sensacional largo final remontó a Zumaia y acabó con casi ocho segundos sobre la Telmo Deun, un margen en el que por delante tuvo a Pedreña, Urdaibai, Astillero y Tirán.