Donostia. Tras el doble éxtasis de Zarautz, donde las olas hicieron bailar a su antojo las ventajas al son de un acordeón de empopadas que convertían los segundos en centésimas con sólo dos acordes, el grito seco de la ría de El Astillero acalló ayer el jolgorio. De nuevo, cada palada suponía extraer una centésima del denso pozo astillerense. Y así, a golpe de riñón, de impulsar una y otra vez los remos con mayor potencia que sus rivales, Urdaibai fue amasando, décima a décima, su triunfo en la XIII Bandera Astillero de Guarnizo, disputada en una contrarreloj durísima, pero carente de esa emoción que sólo concede la mar. Los vizcainos rompieron el silencio de la ría al rentabilizar hasta el último vatio que enchufó la Bou Bizkaia, y en esas condiciones, sin calles al lado y sin posibilidad de empopar, Orio se vio incapaz de detener la cascada de centésimas que iban cayendo como losas sobre la Mirotza. Los aguiluchos, sin embargo, acabaron segundos a 8.66, por lo que se mantienen como líderes con tres puntos de renta sobre los hombres de José Manuel Francisco.

La tercera plaza fue para Castro, que sigue al alza. Como en el Campeonato de España, Joseba Fernández situó a Xabier Bereziartua en la proa, y La Marinera firmó una gran regata para superar a San Juan -de nuevo arriba- y Pedreña, que compartieron serie con Urdaibai y Orio. Los castreños ganaron su manga, que tuvo algo más de viento que la tercera y la corriente tiraba con uno poco de menos de fuerza.

En la tanda de honor, Eolo apenas sopló, lo que se notó en los largos impares, con el aire de proa. En el primero, San Juan y Urdaibai distanciaron en un segundo a Orio, y ya se vio que Pedreña no tenía su día con su trainera vieja. Tras la ciaboga, los sanjuandaras cedieron terreno al remontar las aguas, y el duelo se centró en Urdaibai y Orio, separadas en tres segundos.

Sin embargo, lo que podría haber sido un gran pulso, lo ahogó la propia contrarreloj sobre una ría que no dejó más que un único pasillo para todas las traineras por el que no pudo hacese hueco la emoción.

En la segunda tanda, Castro dominó con solvencia: seis segundos a Astillero y doce a Tirán y San Pedro. De nuevo, las centésimas costaron un punto a la Libia, que, no obstante, se afianza en la octava plaza a costa de Hondarribia y Kaiku.

Los dos botes verdes bogaron en la primera tanda, en la que la ría resultó muy áspera, con más viento y sin tanta corriente. Este hecho permitió a Kaiku establecer el mejor registro absoluto en el segundo largo, pero la Bizkaitarra, con seis titulares, acabó desarmada y firmó el peor tiempo en la última recta, a 18 segundos de la mejor, la Ama Guadalupekoa. Los de Sestao acabaron penúltimos por tercera vez, por detrás de Zumaia y sólo por delante de Zarautz.

Los bidasoarras tratarán de desquitarse hoy en casa (12.00 horas), en la Hondarribiko XXIII. Ikurriña-GP Mapfre, que promete un gran espectáculo con la complicidad de la mar, donde Orio ya se impuso en 2009.

El Corte Inglés, ¿contrarreloj? La regata de ayer puede que no sea la última crono de la Liga San Miguel, dado que los clubes, reunidos ayer antes de la regata de El Astillero, acordaron que la Bandera de El Corte Inglés, que echará el telón liguero el próximo 19 de septiembre, se dispute bajo el formato de contrarreloj en el único supuesto de que Orio y Urdaibai lleguen a esa cita en un margen de siete o menos puntos. El propósito es que la siempre irregular ría del Nervión tenga la menor incidencia posible en el triunfo final.