El atragantamiento es una de las emergencias más frecuentes en el ámbito doméstico y puede tener consecuencias fatales si no se actúa con rapidez. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), miles de personas mueren cada año en todo el mundo a causa de la obstrucción de las vías respiratorias por cuerpos extraños.
En 2022, último año con registros oficiales disponibles, se alcanzó la cifra más alta de muertes por atragantamiento en el Estado. Según el Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes, a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística, fallecieron 3.546 personas: 1.641 mujeres y 1.905 hombres.
Aunque puede afectar a cualquier persona, los niños y los adultos mayores son los grupos más vulnerables. Conocer cuáles son los alimentos más peligrosos y cómo prevenir un atragantamiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
El atragantamiento se produce cuando un objeto o alimento bloquea total o parcialmente la tráquea, impidiendo el paso del aire hacia los pulmones. En cuestión de minutos, la falta de oxígeno puede provocar pérdida de conocimiento, daño cerebral irreversible y, finalmente, la muerte. Por eso, el tiempo de reacción es crítico: una actuación inmediata con la maniobra de Heimlich o maniobras de desobstrucción puede salvar vidas.
Los alimentos más peligrosos
No todos los alimentos tienen el mismo riesgo de causar atragantamiento. Aquellos que son pequeños, duros, pegajosos o difíciles de masticar representan una mayor amenaza. Entre los más peligrosos destacan:
- Uvas enteras y tomates cherry: Su forma redonda y tamaño compacto puede bloquear completamente la tráquea. Se recomienda cortarlos en mitades o cuartos antes de ofrecerlos a niños pequeños.
- Frutos secos y semillas: Almendras, cacahuetes y otros frutos secos son difíciles de masticar para los más pequeños y pueden atascarse en las vías respiratorias.
- Caramelos duros y chicles: Son resbaladizos y, al no disolverse rápidamente, pueden obstruir la tráquea durante varios minutos.
- Trozo de carne o salchichas: La textura fibrosa o gomosa dificulta la masticación, sobre todo en personas mayores con problemas dentales.
- Pan duro y bocados grandes de pan blando: Aunque pueda parecer inofensivo, la masa puede compactarse y crear un tapón en la garganta.
- Quesos pegajosos: Algunos quesos fundidos o blandos pueden adherirse a la garganta, dificultando la respiración.
- Palomitas de maíz: Sus cáscaras pueden irritar y los granos sin explotar son un gran riesgo de obstrucción, especialmente en niños.
- Verduras crudas y duras (como zanahorias o manzanas enteras): Si no se trocean adecuadamente, pueden resultar difíciles de masticar y tragar.
Prevención y recomendaciones
La mejor manera de evitar un atragantamiento es adaptar la forma y el tamaño de los alimentos a la edad y condición de la persona. Para los niños, se recomienda trocear siempre los alimentos pequeños y duros, supervisar las comidas y evitar que corran o jueguen mientras comen. En el caso de mayores, puede ser útil optar por texturas más blandas.
Además, resulta fundamental que las familias conozcan primeros auxilios básicos. Aprender y practicar la maniobra de Heimlich, así como saber identificar los signos de atragantamiento (tos ineficaz, imposibilidad de hablar o respirar, coloración azulada), puede salvar vidas.