hondarribia. Ambos comparten una filosofía similar, aunque sus opiniones no siempre coincidan.
¿Los días previos a remar mañana en casa se viven de forma especial?
Ioseba Amunarriz: Sí, porque quieres hacerlo lo mejor posible y también porque estos días ves más gente que se acerca cuando salimos al agua. En la calle también te dicen a ver qué hacéis el domingo... Pero antes hay otra regata importante en Astillero (hoy), porque nos estamos jugando mucho para intentar acabar entre los ocho primeros.
Si esta regata llega la pasada semana, ¿la afrontarían con más dudas?
Mikel Orbañanos: Seguramente. Tenemos ganas de mejorar el rendimiento que hemos dado hasta ahora, y poco a poco vamos a más. En Zarautz marcamos una diferencia respecto a otras regatas y, ahora, con nuestra mejora física y con la ilusión por que lleguen otros campos que nos van mejor a nuestra forma de remar, estamos con muchas ganas para lo que viene.
¿Zarautz les dio un soplo de moral?
I.A.: Sí. Hasta ahora, alternábamos una regata buena y otra mala. En Zarautz anduvimos muy bien los dos días y el domingo demostramos que si lo hacemos bien podemos estar peleando con los mejores. Ojalá podamos estar otra vez ahí.
M.O.: Hemos ratificado las buenas sensaciones que teníamos dentro de la trainera. Nos manejamos mejor en campos como el de Zarautz aunque nos favoreció que las condiciones fueran mejores que las otras tandas. Cuando tienes esa ventaja, hay que saber aprovecharla, y lo aprovechamos muy bien. Hicimos una buena regata y estamos contentos por ganar el domingo. Sin embargo, el rendimiento hay que darlo los dos días, y el sábado fallamos un poco y no pudimos aspirar a una bandera que la ganó bien Orio, y desde aquí les mando la enhorabuena. Ganaron la regata más bonita hasta ahora.
El sábado sólo fallaron, pero mucho, en el segundo largo, ¿qué pasó?
M.O.: Durante toda la regata las sensaciones fueron buenas, pero hubo un momento, en ese segundo largo, que nos quedamos sin coger olas y, además, los rivales se manejaron muy bien. Kaiku y Zumaia se nos echaron encima, y nos precipitamos para intentar recuperar la ventaja que teníamos. Sacar segundos cuesta mucho, pero perderlos no es tan difícil. Son momentos para mantener la cabeza fría, pero no es fácil. El domingo lo hicimos todo bien.
¿Qué siente un patrón cuando ve que las olas se van una tras otra?
I.A.: Esperas a la siguiente para intentar reaccionar. Te entran dudas, porque ves el bote parado y los rivales se te echan encima. Quizá ellos aprovecharon un tramo en el que nosotros no tuvimos suerte.
El domingo abandonaron la primera tanda y doblegaron a Urdaibai, San Juan y Pedreña. ¿Lo agradecieron?
I.A.: Bueno, en nuestra tanda bastante pelea estamos teniendo para superar a Kaiku, que intenta salir de esos puestos. Pero el domingo disfrutamos, porque nos salió una gran regata ante rivales punteros.
Como proel y patrón, son toda una garantía, ¿eso se logra con los años?
M.O.: Con los años, y con la seguridad del patrón, que sabes que te va a guiar bien, y la del proel, que sabes que va a enganchar bien (el espaldín). Un buen patrón que guía bien una ciaboga, si no le ayuda el proel, la ciaboga será mala. Y al revés: si el proel engancha bien pero el patrón no guía bien, será una mala ciaboga. Es un trabajo en conjunto en el que influye el trabajo de toda la tripulación. No todas las ciabogas son iguales, y la banda de babor debe enganchar en su momento y la de estribor trabajar bien.
¿Se hablan, se gritan, se entienden con la mirada?
I.A.: Cada ciaboga es diferente. Hay algunas que entras con la ola a favor, y Mikel actúa antes para que no te pases demasiado. De brankas, es igual: hay que calcular para no enganchar demasiado pronto y quedarte corto. Pero la ciaboga es cosa de los catorce. Si acertamos, la ciaboga será buena. Si falla alguno, nos caerá algún segundo.
¿Pero cómo funcionan? ¿Mikel mira la baliza de reojo, le avisa Ioseba?
M.O.: Ioseba me avisa de que nos acercamos a la baliza, y ya miras de reojo para ver cuándo debes dejar de remar y coger el remo corto.
Ioseba está en su vigésimo año en Hondarribia y Mikel en su noveno. Alguna bronca habrán tenido...
M.A.: Es normal. A veces es porque yo no le hago caso y otras porque él no me lo hace a mí. No son broncas fuertes y de todo se aprende. Para mí es un honor haber compartido todos estos años con Ioseba. Es cierto que nuestra remada va dirigida a hacerlo bien en la mar, pero la base está en que Ioseba es un gran patrón y demuestra su habilidad en esas regatas en mar abierta, tanto en popare como en brankas. Es un lujo.
Vaya elogios del míster....
I.A.: ¡Me lo ha puesto duro! (Risas).
También Mikel es un lujo para el club. Desde el primer día que vino, nos ha enseñado mucho. Siempre nos enseña. Y discutimos, pero si no discutes no consigues lo que quieres. Mikel me dio a mí la oportunidad de estar en el primer equipo, y es muy importante llevar tantos años a gusto en la Ama Guadalupekoa.
¿La mayor bronca que recuerden?
I.A.: Suelen ser porque durante la regata él me dice que vaya hacia algún sitio y yo me voy a otro. Si no sale bien mi decisión, es normal que se enfade porque igual ha visto mejor algo que yo no veía. A veces hay que saber escuchar y hacerle caso.
Ioseba también acertará...
M.O.: ¡Claro! Además, a veces tú tampoco lo tienes muy claro a la hora de tomar una decisión, y entonces el patrón debe decidir. Y si yo no lo tenía muy claro y Ioseba no ha acertado, yo no puedo echarle la bronca. Ya sé lo que supone gobernar una trainera y tener que tomar una decisión cuanto antes. Las broncas no son muy grandes.
En un año como éste, en el que les ha costado arrancar, que les ha faltado regularidad, que han remado en primeras tandas... ¿les surgen dudas? ¿Cómo conviven con ellas?
M.O.: Desde el principio sabíamos que había varias bajas respecto a 2009 y que íbamos a sufrir. Quizá no esperábamos tanto, pero es un cúmulo de todo: nosotros no hemos andado tan rápido como esperábamos y otros lo han hecho más de lo que se esperaba de inicio. Nos ha cogido de sorpresa el nivel medio de la competición, que ha sido muy grande en las diez primeras traineras.
Al margen de La Concha, ¿el reto en la Liga San Miguel es entrar entre las ocho primeras?
M.O.: Ésos son los dos objetivos que tenemos. Debemos intentar estar entre las ocho mejores, pero San Pedro y Tirán nos lo van a poner muy difícil. Al margen de eso, está la clasificatoria de La Concha, porque las diez primeras de la ACT tienen nivel para entrar, pero varias se quedarán fuera. Pero sin descartar a alguna de otras ligas.
La séptima plaza casi está garantizada para Hondarribia, porque la han ocupado más de una vez...
I.A.: (Suspira) Siempre intentamos acabar algo más arriba y pasar menos apuros, pero, como dice Mikel, hay al menos diez candidatas claras, y al mínimo fallo alguna se quedará fuera.
¿Orio o Urdaibai para la liga?
I.A.: Aún está muy abierta. Antes de La Concha hay cuatro regatas que pueden decidir mucho, con varios botes que aspiran a la bandera.
M.O.: La liga está siendo muy abierta, y eso es lo bonito. Por un lado, la pelea por ganar la liga y por otro la pelea que hay por abajo, con varias traineras en muy pocos puntos.
¿Cómo ven el futuro en Hondarribia en una liga que ganaron en 2006 y con una exigencia cada vez mayor?
M.O.: Este año hemos dado un paso metiendo gente joven. Viendo el nivel que hay en la ACT, no es fácil que te vengan chavales preparados para competir, pero con paciencia y trabajo se puede lograr. En el club se viene trabajando muy bien a nivel de remeros y de entrenadores, y eso dará frutos en el futuro. Sin duda, es algo que le da vida al club para tener siempre una trainera en el agua.
I.A.: Este año han entrado tres chavales que subieron hace dos años, y con la ilusión que están poniendo, nos contagian y se gana en ambiente. La gente tiene ganas de remar en el primer equipo, lo que se ve en invierno. En pocos años se verán caras nuevas en el bote.
¿Cómo ven el tema de los cupos?
M.O.: Todos los años se hacen reuniones de los clubes de la ACT, y este invierno diez de los doce clubes aprobaron la normativa actual, algo que es positivo. Los cupos son una forma de avalar todo el trabajo que haces en las categorías inferiores para que te sirva de algo en la trainera. Y esa norma tampoco es muy dura como para que impida dar un gran nivel en el agua.
I.A.: Yo comparto la misma opinión.
¿Se ven en el remo varios años?
I.A.: Al margen de los resultados, cuenta mucho el ambiente que ves en el bote, y siempre tienes ganas de seguir un año más. Depende de lo que hagas en la clasificatoria de La Concha, también puede influir.
M.O.: Con mi edad, debo ir año a año. Este año físicamente me he encontrado muy bien, mejor que el anterior, y estoy animado. Además, está mi faceta como entrenador, que me satisface mucho, y sí que pienso que algún día dejaré de remar e invertiré todo mi tiempo en enseñar a otros todo lo que he aprendido en el remo. Ser entrenador es lo que más ilusión me hace. El remo me ha dado mucho, y trato de devolverle parte de lo que me ha dado. Para ello, intento hacer las cosas lo mejor que sé por el bien del remo, aunque a menudo eso acarrea mucho desgaste.
¿Y Ioseba alguna vez ha querido dejar el timón y coger un remo?
I.A.: En su día ya remé algo, pero entre el peso y demás, probé como patrón, me gustó, sé el trabajo que tengo y año a año intento mejorar. ¿Cuánto más aguantaré? El ambiente en la plantilla es de lo mejor que tenemos, y mientras se mantenga, estaré aquí intentando ayudar.